El gobierno de Corea del Sur analiza estrategias para mitigar el impacto de los nuevos aranceles que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impondrá a nivel global a partir del 2 de abril. Durante una reunión del Gabinete en Seúl, el presidente interino, Choi Sang-mok, expresó su preocupación por las repercusiones que estas tarifas podrían tener sobre las exportaciones surcoreanas, particularmente en aquellas empresas establecidas en México.
Ante este escenario, compañías como Samsung y LG están considerando trasladar parte de su producción a Estados Unidos para evitar los sobrecostos derivados de la política “America First” de Trump. Según un comunicado de la Casa Blanca publicado el 4 de enero, ambas empresas estarían evaluando la reubicación de sus fábricas para alinearse con los incentivos ofrecidos por la administración estadounidense.
De acuerdo con reportes de la industria, Samsung contempla mudar parte de su producción de secadoras de su planta en Querétaro, México, a su fábrica en Newberry, Carolina del Sur. Por su parte, LG Electronics estudia la posibilidad de trasladar la fabricación de refrigeradores y televisores desde México hacia su planta en Clarksville, Tennessee, donde actualmente ensambla lavadoras y secadoras.
El gobierno surcoreano ha iniciado negociaciones con Estados Unidos para reducir el impacto de estas medidas y reforzar la cooperación en sectores clave como la energía y la construcción naval. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de la manufactura en México persiste, mientras grandes corporaciones evalúan sus opciones ante los cambios en la política comercial estadounidense.
