La Ciudad de México ha propuesto una reforma que busca erradicar el maltrato y la muerte de toros en las tradicionales corridas de toros, uno de los espectáculos más polémicos de la capital. Clara Brugada, jefa de Gobierno, presentó esta iniciativa como una forma de transformar este espectáculo tan arraigado en la cultura local, en cumplimiento con la reforma constitucional aprobada en diciembre pasado, que prohíbe el maltrato a los animales y garantiza su protección.
La propuesta de Brugada tiene como objetivo prohibir «la muerte del toro dentro y fuera de la plaza», permitiendo que, al concluir el espectáculo, el animal regrese a su ganadería. También prohíbe el uso de objetos punzantes como espadas y lanzas, que provocan lesiones fatales al animal, y solo autoriza el uso del capote y la muleta. Además, se establece un límite de tiempo para las corridas, con una duración máxima de 10 minutos por toro y 30 minutos en total.
La alcaldesa subrayó que empresarios y promotores de la tauromaquia ya han aceptado la propuesta de transformar el espectáculo en uno «sin violencia», lo que permitiría continuar con la actividad sin causar sufrimiento a los animales. Esta medida también crea una figura jurídica denominada «espectáculo taurino libre de violencia», buscando equilibrar la protección animal con los empleos e ingresos que genera la tauromaquia en la Ciudad.
El anuncio ocurre en un contexto de años de disputas entre defensores de los animales y promotores de la tauromaquia, quienes han luchado por la erradicación de la «fiesta brava» en la capital. Con esta iniciativa, Brugada asegura que la ciudad está dispuesta a evolucionar y adaptarse a las nuevas sensibilidades sociales, tal como lo han hecho otras grandes ciudades del mundo.