OPINIÓN

La nauseabunda politización de las desapariciones en México

Han existido tantos casos de desaparición forzada en la historia reciente que los organismos internacionales y las víctimas de este deleznable delito han logrado la construcción del modelo de...

Escuchar

Hay muchísimas conductas antisociales que producen heridas sociales a una nación, pero pocas tienen la capacidad de herir como las desapariciones forzadas porque de forma gradual e invisible destruyen el tejido social y la paz.

Las desapariciones forzadas son una herida profunda y dolorosa en cada uno de las mexicanas y mexicanos que desconocen el paradero de sus seres queridos. En todos y en cada uno de quienes nos solidarizamos con ellos.

Hoy esa herida está infectada, supura y hiede gracias a la politización de la problemática y la revictimización de los familiares que buscan a hombres y mujeres desaparecidos a pesar del miedo a la delincuencia y la indiferencia de las autoridades.

Han existido tantos casos de desaparición forzada en la historia reciente que los organismos internacionales y las víctimas de este deleznable delito han logrado la construcción del modelo de Justicia Transicional para  poder cerrar y sanar esta herida.

De acuerdo con el Dr. Sergio López Ayllón, la Justicia Transicional es un campo específico de actividades, mecanismos y procesos, por medio de los cuales se busca atender las causas, las consecuencias y el legado de un fenómeno de violencia de alto impacto a gran escala. La aplicación de la Justicia Transicional busca dilucidar los hechos y contextos en los que ocurre la violencia, combatir la impunidad, resarcir a las víctimas por el daño sufrido e impedir la repetición de los eventos que lo ocasionaron, con miras a la consolidación de una democracia constitucional. Los cuatro pilares que constituyen el canon de la Justicia Transicional son: verdad, justicia, reparación y no repetición.[1]

Colombia, Perú, Guatemala, Chile, El Salvador y Argentina han implementado la Justicia Transicional para sanar las heridas causadas por los conflictos internos que sufrieron durante el siglo XX.

Actualmente la mayoría de estos países ya no enfrenta una grave problemática de desapariciones forzadas. Estos países han construido una memoria sobre el horror que representan las desapariciones forzadas en el que las sociedades no olvidan y exigen todos los días la no repetición y justicia.

Ahora bien, el gobierno en turno lejos de adoptar un enfoque adecuando para dar respuesta a las desapariciones forzadas, opta por fortalecer un Estado Policial. Con el pretexto de investigar este delito, buscan convertirse en un panóptico tal como la ha definido Michael Foucault en Vigilar y Castigar: el poder se ejerce a través de la vigilancia, la normalización de ésta y la consecuente disciplina.

Las propuestas de modificaciones a la ley de la Presidenta Sheinbaum son una respuesta que busca que sus niveles de aprobación y opinión no se desgasten.

Lamentablemente no son una respuesta real a las victimas de desaparición forzada y sus familias.

Si así fuera la presidenta Sheinbaum hoy reconocería que:

  1. Existe revictimización de las víctimas directas e indirectas de desapariciones forzadas ante la incapacidad para investigar su contexto victimológico identificando factores de riesgo que facilita la desaparición forzada.
  2. Existe el uso sistemático de la violencia a gran escala por actores organizados estatales y no estatales.
  3. La existencia de organizaciones criminales que  emplean  la violencia actúa fuera del marco legal e implementan métodos coercitivos de reclutamiento de personas vulnerables para sumarlas a las filas de la delincuencia organizada
  4. La ocurrencia de ciclos de control territorial entre actores armados criminales que multiplican la violencia generando desapariciones forzadas
  5. La responsabilidad, por comisión u omisión de integrantes de instituciones de seguridad y justicia en violaciones a los derechos humanos, en este caso desapariciones forzadas.
  6. Poblaciones mexicanas inmersas en entornos de inseguridad y alta vulnerabilidad, ante la existencia de organizaciones criminales especializadas en el uso de la violencia, así como instituciones de seguridad y justicia débiles, omisas, o cómplices.

Un Estado Policial sirve para fortalecer gobiernos autoritarios y antidemocráticos, no para sanar y cerrar la herida en la sociedad mexicana que significan las desapariciones forzadas.

Si como mexicanos tenemos decencia debemos dejar de lado nuestras ideologías políticas y defender a las víctimas de desaparición exigiendo Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición


[1] López Ayllón, Sergio et.al., Estudio para elaborar una propuesta de política pública en materia de Justicia Transicional en México. México. Centro de Investigación y Docencia Económicas. 2018

Todo el contenido de El Comentario del Día en la palma de tu mano. Suscríbete a nuestros canales de difusión: WhatsApp | Telegram

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *