El feminismo como una forma de vida, expresión artística y resistencia política fue el eje central de una charla realizada en Ex Teresa Arte Actual, en el contexto de la exposición ¡Ahora que sí nos ven! Fotografía y gráfica feminista de México y Chile. El encuentro reunió a integrantes de las colectivas Producciones y milagros, Paste Up Morras y a la curadora chilena Julia Antivilo, quienes compartieron su experiencia en torno al arte y el activismo feminista.
Julia Antivilo, historiadora, artivista y fundadora de la colectiva Malignas influencias, relató cómo su grupo utilizó la fotografía para construir relatos que desafían las ideas tradicionales sobre el género. «Nuestras ideas surgieron desde nuestros propios cuerpos, como mujeres», afirmó. El nombre de su colectiva fue tomado de un texto del siglo XIX que describía al feminismo como una “maligna influencia”, etiqueta que decidieron reapropiar.
La colectiva Producciones y milagros, con raíces en los años ochenta, destacó por su trabajo de archivo fotográfico de los movimientos feministas en México. Su nombre refleja la improvisación con la que han tenido que trabajar desde sus inicios, y su permanencia como una de las agrupaciones más activas del país en el ámbito del arte feminista.
Desde Nezahualcóyotl, Paste Up Morras representa una voz emergente desde la periferia de la Ciudad de México. Una de sus integrantes compartió su experiencia personal, marcada por una formación política desde el hogar y por el uso del cartel callejero como su medio principal de expresión. Subrayó la importancia de fomentar ambientes feministas y el conocimiento de derechos en zonas marginadas.
La charla se enmarca en la exposición ¡Ahora que sí nos ven!, que presenta más de 100 obras, entre fotografías, carteles, serigrafías e intervenciones in situ. La muestra también incluye trabajos de la colectiva Negra vanidad, la fotógrafa chilena Ximena Riffo y una selección del Archivo Ana Victoria Jiménez, reconocido por la UNESCO como Memoria del Mundo.
Este espacio de diálogo reafirma la vigencia del arte como herramienta de lucha feminista, visibilizando las múltiples formas en que las mujeres y disidencias en México y Chile se expresan, resisten y crean comunidad a través de su trabajo artístico.