Rusia, uno de los principales actores globales en el mercado energético, presentó este lunes su estrategia a largo plazo para el sector de hidrocarburos. Según el documento publicado por el gobierno, el país planea mantener estable su producción de petróleo mientras expande considerablemente su capacidad de exportación de gas natural hasta el año 2050.
En términos de gas, el plan establece como meta alcanzar exportaciones de 293 mil millones de metros cúbicos (mmc) para 2030, duplicando así los 146 mmc exportados en 2023. Este volumen incluye tanto gas natural licuado (GNL), que se transporta por vía marítima, como gas que fluye a través de gasoductos. Para 2050, se proyecta un incremento hasta los 438 mmc anuales.
Respecto al petróleo, Rusia busca sostener una producción anual constante de 540 millones de toneladas métricas, equivalente a unos 10.8 millones de barriles diarios. Esta cifra representa una ligera alza frente a los 531 millones de toneladas registradas en 2023.
Las exportaciones de crudo también se mantendrían relativamente estables durante las próximas décadas. El plan prevé 235 millones de toneladas exportadas cada año entre 2030 y 2050, apenas por encima de las 234 millones de 2023.
Una parte clave de esta estrategia es el crecimiento acelerado del sector de GNL. Las autoridades esperan que las exportaciones de este recurso se multipliquen por más de cinco en los próximos 25 años, pasando de 45 mmc en 2023 a 142 mmc en 2030 y alcanzando los 241 mmc en 2050.
Este plan refuerza la intención de Rusia de seguir siendo una potencia energética global, especialmente en un contexto de transformaciones geopolíticas y cambios en la demanda energética internacional.