Ángelo Calcaterra, figura destacada del sector inmobiliario argentino, señala que la tecnología en la vivienda está evolucionando. Ya no se trata solo de automatismos de lujo, sino de integrar soluciones inteligentes y accesibles que brinden beneficios reales a los usuarios. La tendencia actual se centra en crear edificios eficientes que faciliten la vida cotidiana, ahorren costos y simplifiquen la gestión.
Calcaterra observa que los desarrolladores están incorporando tecnología en edificios de mediana y pequeña escala, en barrios y ciudades del interior. Esto incluye sistemas de acceso sin llave, cámaras de seguridad conectadas a dispositivos móviles, porteros virtuales, medidores inteligentes y automatización de la iluminación en áreas comunes. Estas innovaciones permiten reducir los gastos de consorcio, brindar mayor control a los propietarios y ofrecer un producto actualizado sin aumentar significativamente los precios.
Según encuestas a compradores de gama media, las funciones tecnológicas más valoradas son el control de accesos y la seguridad remota, la automatización de la iluminación, el monitoreo del consumo de servicios, los ascensores con mantenimiento predictivo y la conectividad garantizada. En contraste, los asistentes de voz y los electrodomésticos conectados no se consideran prioritarios. Los compradores buscan eficiencia y control, no solo dispositivos novedosos.
Calcaterra enfatiza la importancia de integrar la tecnología desde el diseño inicial del edificio, considerando las necesidades reales de los residentes. La clave está en utilizar las soluciones adecuadas, evitando la sobrecarga de funciones innecesarias. La digitalización también está transformando la administración de edificios, con el uso de aplicaciones para la comunicación interna, las reservas de espacios comunes, los pagos en línea y el seguimiento de reclamos. Esto mejora la convivencia, reduce los conflictos y permite una gestión más eficiente y transparente.