El Departamento de Estado de Estados Unidos está evaluando una reducción drástica de su presencia diplomática global, que incluye el cierre de aproximadamente 30 embajadas y consulados. Esta medida forma parte de un plan para recortar el presupuesto del departamento en casi un 50%, impulsado por la administración del presidente Donald Trump.
Según un documento interno filtrado, se propone el cierre de 10 embajadas y 17 consulados, principalmente en Europa, África, Asia y el Caribe. Entre las embajadas afectadas estarían las de Malta, Luxemburgo, Lesoto, República del Congo, República Centroafricana y Sudán del Sur. También se cerrarían varios consulados en Francia, Alemania, Bosnia y Herzegovina, Reino Unido, Sudáfrica y Corea del Sur.
Además del cierre de sedes diplomáticas, el plan contempla recortes significativos a la financiación de organizaciones internacionales como la ONU y la OTAN, así como la reducción de fondos para programas de intercambio educativo y cultural, como el Programa Fulbright. La administración Trump justifica estas medidas como parte de su esfuerzo por reducir el gasto público y el papel de liderazgo de Estados Unidos en el escenario internacional.
Las propuestas han generado críticas de la Asociación Estadounidense del Servicio Exterior, que las calificó de «imprudentes y peligrosas», y del exembajador estadounidense en Moscú, Michael McFaul, quien las describió como un «regalo gigantesco al Partido Comunista Chino». Aunque el Congreso, controlado por los republicanos, tiene la autoridad para aprobar los recortes, es probable que las propuestas generen un intenso debate durante las negociaciones del presupuesto de 2026.