El uruguayo Vicente Sánchez llevó a Cruz Azul a una histórica victoria de 5-0 sobre el Vancouver Whitecaps, consiguiendo su séptima Copa de Campeones de la Concacaf y empatando al América como el club más laureado del torneo. Sin embargo, su continuidad al frente del equipo aún no está definida, a pesar del respaldo que ha generado entre los aficionados.
Más de 30 mil personas en Ciudad Universitaria corearon su nombre tras la final, reconociendo su papel fundamental al asumir el cargo en medio del torneo, luego de la inesperada salida de Martín Anselmi. A pesar del escepticismo inicial, Sánchez convenció con resultados: además del título internacional, logró que La Máquina fuera semifinalista de la Liga MX y registró la segunda mejor racha invicta en la historia del club.
Con 45 años, Sánchez debutó como entrenador del primer equipo sin experiencia previa en esa categoría. Su gestión, junto a Joel Huiqui y Rubens Valenzuela, revitalizó al conjunto celeste. El técnico uruguayo se mostró agradecido, aunque evitó comprometerse sobre su futuro: “Vivo un día a la vez”, dijo en conferencia tras la final, mientras crecen los rumores sobre posibles reemplazos como Nicolás Larcamón o Guillermo Almada.
El club tiene poco más de un mes para tomar una decisión antes de arrancar el Apertura 2025. Mientras tanto, la imagen de Vicente arrodillado en el campo, llorando de emoción y acompañado del cántico de miles, permanece como símbolo de un cierre exitoso… pero incierto.