5 de junio de 2025 3:12 pm
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OPINIÓN

Felicidad alcanzable

Leyendo más sobre el tema del envejecimiento y la felicidad, descubrí que las redes sociales son un arma de doble filo en cuanto a las buenas relaciones sociales. Es cierto que tienen el poder de acercarnos con aquellos...

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En 1938, la Universidad de Harvard inició un estudio científico sobre la felicidad, siguiendo la vida de 700 adolescentes de Boston.

En estos 87 años de estudio se notó que aquellas personas que tienen vínculos afectivos sanos y sólidos tienen una mejor calidad de vida en su vejez.

La calidad de nuestras relaciones y lo felices que somos cuando nos relacionamos con otros tienen una influencia importante en nuestra salud, en todas las etapas de nuestra vida. El aislamiento tiene consecuencias nefastas para nuestra salud mental y nuestro proceso de envejecimiento, como lo experimentamos durante el aislamiento en la pandemia. La soledad verdaderamente mata.

Según los datos científicos, las personas que estaban más satisfechas con sus relaciones familiares, sociales y comunitarias a los 50 años eran más sanos a los 80. Los niveles de colesterol eran inferiores a la media y la capacidad cognitiva no estaba deteriorada como las personas que reportaron insatisfacción en sus relaciones 30 años atrás.

Leyendo más sobre el tema del envejecimiento y la felicidad, descubrí que las redes sociales son un arma de doble filo en cuanto a las buenas relaciones sociales. Es cierto que tienen el poder de acercarnos con aquellos que están lejos y alejarnos de los que están cerca. Los datos que arroja la investigación es que tienden a aislarnos y a llevarnos a perder contacto con la realidad. Pero también es cierto que si logro conectar con el otro con un verdadero amor de amistad – buscando el bien del otro – se convierte en un medio más para cultivar una relación de confianza, de lealtad y de apoyo mutuo.

En mi experiencia personal, la vida virtual me ha permitido conocer cientos de personas que de otra forma no formarían parte de mi vida. La comunidad de MISS Foundation se consolidó en línea a finales del siglo XX y ha continuado creciendo a la distancia. Una experiencia común – la muerte de un hijo – ha permitido a sus miembros crear lazos de amistad sólidos e incondicionales.

A pesar de que hace más de 30 años salí de prepa, me he reencontrado con muchos amigos de la infancia al través de las redes sociales. Los recuerdos de cientos de momentos de alegría son fundamento para que la amistad se conserve tras tantos años de separación.

Sin importar lo que reportan los datos científicos, es necesario que cada uno de nosotros nos hagamos responsables de nuestra felicidad. Aristóteles dijo que es el fin que busca todo ser humano, es decir, el propósito de nuestra vida. Para la psicología, es un estado emocional positivo que se caracteriza por sentimientos de alegría, satisfacción y bienestar, es decir, algo pasajero. Para mí, es una forma de ser que se construye sobre una base sólida del autoconocimiento y la sanación, es decir, un modo de ser y de experimentar la vida, día a día.

El autoconocimiento requiere de silencio, de aprender a estar con uno mismo y aprender de uno mismo. Cuando me conozco, aprendo de qué pie cojeo, decido qué quiero cambiar y qué necesito sanar. Todos llevamos heridas que es necesario reconocer para saber qué las causó, sacarlas a la luz, limpiarlas profundamente y permitirles sanar. Sí, requiere de mucho trabajo que duele, pero vale la pena.

La felicidad está ligada con la plenitud, que se alcanza cuando encontramos significado a lo que hacemos y aceptamos nuestras virtudes y nuestras imperfecciones. Este viaje es personal y lo que nos genera es paz interior.

Cuando procuro vivir con gratitud, con alegría y esperanza fortalezco mi salud mental y física. Esto no significa que no sienta emociones negativas, pero sé reconocerlas y gestionarlas positivamente.

Todo esto me lleva a que, cuando me relacione con los demás, lo haga de manera sana, en un marco de confianza, lealtad y respeto. Todos necesitamos un momento de convivencia agradable con alguien que suma a nuestra vida, con quien sé que cuento y a quien le deseo el bien. No importa si se trata la pareja, un familiar o un amigo, date el tiempo de pasar un rato creando recuerdos que enriquecen tu vida, no necesitas documentarlos, ¡vívelos!

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