Bruselas Busca Intensificar Sanciones Energéticas contra Rusia
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado oficialmente una propuesta ambiciosa para intensificar las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, con un enfoque particular en el sector energético. Este martes, Von der Leyen propuso sentenciar de muerte las transacciones de gas entre la Unión Europea y Rusia a través de los gasoductos Nord Stream I y II. Aunque el Nord Stream I ya sufrió un sabotaje y el Nord Stream II nunca se ha puesto en funcionamiento, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, afirmó que la intención es «enviar una señal clara de que no volverán a la normalidad» y «no se utilizará como antes».
Además de las medidas sobre los gasoductos, el ejecutivo comunitario plantea rebajar el tope del precio del crudo ruso de 60 a 45 dólares por barril. Bruselas confía en el apoyo del G-7 para esta iniciativa, como ocurrió durante la administración de Joe Biden. Sin embargo, la posible postura del expresidente Donald Trump, quien hasta ahora no ha mostrado señales de querer aumentar las sanciones contra el Kremlin, podría generar incertidumbre sobre el respaldo de Estados Unidos a esta medida.
Restricciones al Sector Financiero y la «Flota Fantasma» Rusa
En línea con la estrategia de aumentar la presión sobre Moscú, la Comisión Europea también propone incrementar las restricciones al sector bancario ruso. El plan busca ampliar la lista negra de entidades financieras con otros 22 bancos adicionales, sumándose a las sanciones ya existentes. Asimismo, se propone prohibir exportaciones por un valor superior a 2.500 millones de euros, relacionadas con productos críticos o tecnologías de doble uso (civil y militar), que podrían ser utilizadas por Rusia en sus misiones.
Otra medida clave es el intento de aumentar las sanciones contra la llamada «flota fantasma» rusa. Se trata de embarcaciones que se dedican a transportar combustibles fósiles de manera clandestina para eludir las sanciones europeas. La propuesta contempla añadir 77 embarcaciones rusas a la lista negra, las cuales se sumarían a las 342 ya existentes en la diana del bloque comunitario. Estas acciones buscan presionar aún más a Vladímir Putin para que acepte un alto al fuego en Ucrania.
Obstáculos Políticos y Necesidad de Consenso entre Estados Miembros
Las propuestas de sanciones, que constituyen el decimoctavo paquete desde el estallido de la guerra en Ucrania, requieren el visto bueno unánime de los estados miembros para ser aprobadas. Este requisito podría ser un obstáculo significativo, ya que Hungría y Eslovaquia, países gobernados por dirigentes percibidos como pro-Putin, ya han manifestado su oposición o han puesto obstáculos a la tramitación de paquetes de sanciones anteriores contra el Kremlin.
La necesidad de un consenso entre los 27 miembros de la Unión Europea subraya la complejidad de implementar medidas tan drásticas contra Rusia. A pesar de los esfuerzos de Bruselas por endurecer las sanciones, la división interna podría ralentizar o incluso modificar el alcance final de las propuestas, lo que podría afectar su capacidad para lograr un alto al fuego y una resolución al conflicto en Ucrania. La presidenta Von der Leyen enfrenta el desafío de conciliar los diversos intereses y posturas de los estados miembros para asegurar la aprobación de este ambicioso paquete de sanciones.
