La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó su asistencia a la cumbre del G‑7, que se celebrará del 15 al 17 de junio en Kananaskis, Alberta. Su presencia representa la primera vez que una mandataria mexicana fuera invitada a este foro, gracias a la iniciativa del primer ministro canadiense Mark Carney.
La agenda que llevará al G‑7 ha sufrido un giro significativo a raíz de las recientes redadas de ICE en Los Ángeles, que detuvieron a unos 2,500 migrantes. A raíz de ello, la Presidenta prioriza llevar a las mesas de debate temas sobre migración, el impuesto propuesto del 3.5 % a las remesas enviadas por migrantes indocumentados y la protección de los derechos de los connacionales en EE.UU.
Un momento clave de la cumbre será el probable primer encuentro presencial entre Sheinbaum y el presidente Donald Trump. En esa sesión buscarán abordar también cuestiones de seguridad fronteriza, crimen transnacional y los aranceles al acero y aluminio impuestos a México, además del ya cuestionado T‑MEC.
Paralelamente, México mantiene reuniones con Canadá y EE.UU. previas al G‑7. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha encabezado gestiones con homólogos estadounidenses para aliviar las tensiones comerciales. En tanto, el Gobierno mexicano evalúa acciones recíprocas respecto a los aranceles, aunque aún no se han anunciado medidas concretas.
Con esta estrategia, México espera colocar al centro del foro internacional los temas migratorios y económicos que le importan directamente, buscando equilibrio entre defensa de sus ciudadanos y compromisos multilaterales.