El gigante tecnológico Meta, liderado por Mark Zuckerberg, está dando un paso ambicioso para asegurar su liderazgo en la carrera de la inteligencia artificial más avanzada. A pesar del interés generado por sus modelos LLaMA, otras compañías como OpenAI y Google DeepMind han acaparado mayor atención. Frente a este panorama, Meta ha puesto en marcha un proyecto estratégico y de gran envergadura: el desarrollo de una superinteligencia artificial capaz de igualar o incluso superar las capacidades humanas. Esta iniciativa representa una inversión de 15.000 millones de dólares por parte de Zuckerberg, quien busca con ello redefinir el rol de Meta en el futuro de la IA.
El enfoque central de esta nueva dirección es la Inteligencia Artificial General (AGI), una tecnología que, aunque aún no existe, es vista como el «santo grial» de la IA. A diferencia de los modelos actuales, diseñados para tareas específicas, la AGI tiene el potencial de aprender, razonar y adaptarse a cualquier tarea sin intervención humana, replicando el pensamiento cognitivo humano. Para impulsar este objetivo, Meta acordó adquirir el 49% de Scale AI, una startup crucial en el suministro de datos etiquetados para el entrenamiento de modelos de IA, por aproximadamente 14.800 millones de dólares. Esta operación asegura a Meta un acceso estratégico a tecnología y datos vitales.
Más allá de la inversión financiera, la estrategia de Meta incluye un componente humano decisivo: Alexandr Wang, el fundador y CEO de Scale AI, se unirá a Meta para dirigir un nuevo laboratorio dedicado exclusivamente al desarrollo de AGI. Wang es reconocido como uno de los talentos más influyentes en el sector, aportando tanto conocimiento técnico como experiencia empresarial, lo que lo convierte en una pieza clave para la ambición de Meta. Este nuevo equipo operará de forma independiente dentro de Meta, con recursos propios y liderazgo autónomo, una estructura que refleja el compromiso directo de Zuckerberg con este proyecto.
La apuesta de Meta por la AGI también surge tras la decepción generada por el rendimiento de LLaMA 4, su modelo de lenguaje lanzado en abril, y el aplazamiento de su sucesor, «Behemoth», debido a dudas internas. Con la integración de Wang y la creación de este laboratorio especializado, Meta busca revertir esta percepción y desarrollar una IA más avanzada, autónoma y competitiva. Scale AI, fundada en 2016, es fundamental en este proceso, ya que su especialización en la preparación y etiquetado de datos es crucial para el entrenamiento de sistemas de IA, reforzando la relevancia de esta adquisición en la carrera por la inteligencia artificial general.