La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) emitió un llamado de alerta a Petróleos Mexicanos (Pemex) y al nuevo gobierno federal para exigir el pago de adeudos que suman 50,000 millones de pesos, correspondientes a servicios ya prestados. La organización advierte que si no se resuelve la situación, muchas compañías podrían detener sus operaciones en julio debido a la falta de liquidez.
En un comunicado dirigido a la presidenta electa Claudia Sheinbaum y a funcionarios clave de su gabinete, Amespac denunció que la falta de pagos ha generado una crisis operativa sin precedentes en el sector. Gran parte de las deudas tienen más de un año de antigüedad y afectan directamente a la actividad en campos petroleros, lo que pone en riesgo la producción nacional de crudo.
A la problemática del impago se suman obstáculos administrativos. Las fallas del sistema Copade, que regula la codificación de pagos y descuentos, han impedido a muchas empresas facturar servicios ya validados, lo que agrava la crisis financiera del sector. La asociación alertó que, ante el estancamiento, el flujo de caja de las compañías está comprometido y pone en duda su continuidad.
Amespac propuso instalar mesas de trabajo urgentes para destrabar los pagos pendientes del 2024 y garantizar que en 2025 los desembolsos se realicen conforme a los contratos. También pidió un programa de pagos inmediato para saldar los adeudos históricos. Aunque el nuevo gobierno aún no se pronuncia al respecto, la presión crece tanto a nivel nacional como internacional, pues la crisis amenaza con impactar seriamente la estabilidad operativa de Pemex y el ecosistema energético en su conjunto.