En una emotiva ceremonia celebrada este sábado en Dharamshala, India, el dalái lama compartió con sus seguidores su aspiración de vivir más allá de los 130 años. Esta declaración llega justo antes de su 90 cumpleaños, previsto para el domingo, y marca un cambio respecto a su anterior estimación, en la que aseguraba poder llegar a los 110 años. El líder espiritual, reconocido con el Premio Nobel de la Paz, dedicó cerca de 90 minutos a las oraciones junto a miles de seguidores llegados de distintas partes del mundo.
El dalái lama, figura central del budismo tibetano y símbolo de la lucha por la preservación cultural del Tíbet, aseguró que aún desea continuar sirviendo al dharma y a su pueblo desde el exilio. “Aunque hemos perdido nuestro país, aquí en Dharamshala he podido ayudar a muchos seres”, dijo, reiterando su compromiso con su comunidad y con las enseñanzas budistas.
El tema de su sucesión vuelve a estar en el centro del debate. Pekín sostiene que debe participar en el proceso de identificación de su reencarnación, una postura que el líder tibetano ha rechazado abiertamente. Reafirmó que solo su fundación, el Gaden Phodrang Trust, tiene la autoridad para reconocer a su sucesor, quien nacerá, según él, en un lugar libre fuera del control chino.
La tensión entre el gobierno chino y el dalái lama persiste desde hace décadas. China lo considera un separatista, mientras que él busca una autonomía cultural y religiosa para el Tíbet sin llegar a pedir su independencia. Su figura sigue atrayendo a millones más allá de los budistas, manteniendo viva la causa tibetana y el debate sobre su futuro espiritual.