¿Cómo va la economía mexicana en materia de comercio exterior, exportaciones e importaciones? Voy a iniciar por el lado de las exportaciones. En el pasado mes de agosto, las exportaciones mexicanas al resto del mundo —solo en ese mes— sumaron 55,718 millones de dólares, lo que significó un incremento anual del 7.4% comparado con agosto del año pasado. Sin duda alguna, una buena noticia, porque entre otras cosas quiere decir que la amenaza arancelaria de Donald Trump, que no ha pasado de ser eso, una amenaza, todavía no ha afectado el desempeño de las exportaciones de productos mexicanos al resto del mundo, el 80% de las cuales van a los Estados Unidos. Comparado agosto de este año con agosto del año pasado, las exportaciones crecieron 7.4%, y hay que subrayar que las manufacturas aumentaron 9%, lo cual también es positivo.
¿Dónde está, digámoslo así, el problema? El problema está por el lado de las importaciones. En agosto de este año importamos 57,662 millones de dólares, lo que representa 0.2% menos que en agosto del año pasado. Es decir, mientras las exportaciones crecieron 7.4%, las importaciones decrecieron 0.2%. Y esto, sin duda, es preocupante. ¿Por qué? Porque hay que tener en cuenta que con lo que exportamos satisfacen sus necesidades los extranjeros, y qué bueno que así sea, que las satisfagan con productos mexicanos, a buen precio y con buena calidad. Pero con lo que importamos satisfacemos nuestras necesidades nosotros.
Dicho de otra manera, ¿qué es más importante: exportar o importar? Si con lo que exportamos satisfacen sus necesidades los extranjeros, pero con lo que importamos las satisfacemos nosotros, desde nuestro punto de vista es más importante importar que exportar. Y desafortunadamente, las importaciones en agosto de este año comparadas con agosto del año pasado decrecieron 0.2%, una señal negativa.
Si tomamos en cuenta el periodo enero a agosto, las exportaciones mexicanas sumaron 425,154 millones de dólares, un crecimiento del 4.7% respecto al mismo periodo del año pasado. Pero las importaciones fueron de 425,682 millones de dólares, apenas 0.4% más que en 2024. Es decir, entre enero y agosto las exportaciones crecieron 4.7%, pero las importaciones solo 0.4%. Y esto es un claro indicio de la desaceleración económica por la que está pasando México.
Cuando las importaciones empiezan a crecer menos o incluso decrecen, es señal inequívoca de que la economía se está enfriando. Y claro que la economía mexicana se está desacelerando. Para confirmarlo, basta ver otro dato: el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que mide la producción de bienes y servicios. En julio del año pasado, la producción creció 2.1%; un año después, en julio de 2025, decreció 1.2%. Es decir, en un año pasamos de crecer 2.1% a decrecer 1.2%.
No cabe duda: la economía mexicana está pasando por una etapa de desaceleración, con menor crecimiento en la producción de bienes y servicios, e incluso con episodios de crecimiento negativo, lo cual es preocupante porque la producción está directamente relacionada con la creación de empleos —pues para producir alguien tiene que trabajar— y con la generación de ingresos —porque a quien trabaja se le paga por hacerlo—.
Si la economía crece menos, si la producción de bienes y servicios se frena o cae, tarde o temprano eso afectará a la creación de empleos y a la generación de ingresos, dos variables fundamentales del bienestar de las personas.
Por lo pronto, volviendo al tema del comercio exterior, qué bueno que las exportaciones sigan creciendo, pero qué preocupante que las importaciones ya estén decreciendo, porque esta es una clara muestra de que la economía mexicana, en general, se está desacelerando, y esa desaceleración no augura nada bueno.