La Unión Europea decidió este lunes extender por un año adicional las sanciones impuestas a 25 personas y tres entidades involucradas en el desarrollo, uso o proliferación de armas químicas. La medida permanecerá vigente hasta 2026 y forma parte de una política activa para combatir este tipo de armamento.
Los sancionados están sujetos a la congelación de bienes dentro del bloque europeo, así como a la prohibición de recibir fondos o recursos financieros. Además, tienen restringido el ingreso a cualquier país miembro de la UE. Este paquete de sanciones responde a un compromiso por frenar el uso de armas prohibidas por tratados internacionales.
El régimen de sanciones fue instaurado en 2018 tras los ataques químicos registrados en la guerra civil de Siria. Desde entonces, se ha ampliado para incluir a agentes rusos implicados en casos como el envenenamiento de Sergei Skripal en el Reino Unido y del opositor Alexei Navalni, ambos con el agente neurotóxico Novichok.
La UE ha reiterado que estas acciones buscan respaldar la implementación de la Convención sobre Armas Químicas y enviar un mensaje claro contra su uso. Con esta renovación, los 27 Estados miembros refuerzan su postura frente a la impunidad en crímenes que atentan contra la seguridad global y los derechos humanos.