Un tribunal de Londres rechazó la demanda por USD 440 millones que UBS, tras adquirir Credit Suisse, había presentado contra SoftBank, derivada de pérdidas asociadas al colapso de Greensill Capital. El caso giraba en torno a préstamos que Greensill otorgó a Katerra, empresa estadounidense respaldada por SoftBank. Credit Suisse alegaba que Greensill, bajo influencia de SoftBank, había ceder derechos de deuda mediante una reestructuración que favoreció al conglomerado japonés, dejando a la entidad suiza con grandes pérdidas.
Sin embargo, el juez Robert Miles determinó que SoftBank actuó de buena fe al asumir que los recursos se destinarían al pago de los tenedores de notas. Con esta decisión, todas las reclamaciones en su contra fueron desestimadas. SoftBank celebró el fallo, calificándolo de “absoluta vindicación”. UBS, por su parte, anunció que analizará el veredicto y evaluará posibles pasos adicionales para salvaguardar los intereses de sus inversionistas.
Este fallo se suma a la larga saga que comenzó con la implosión de Greensill en 2021, evento que obligó a Credit Suisse a liquidar fondos por cerca de USD 10 mil millones vinculados a dicha firma.
La resolución plantea una revisión de las estrategias legales de instituciones bancarias frente a fallas sistémicas y conflictos contractuales vinculados a estructuras financieras complejas. También reaviva cuestionamientos sobre controles internos y vínculos cruzados entre entidades inversoras y firmas colapsadas.