Procter & Gamble (P&G), el gigante de bienes de consumo, reportó ganancias que superaron las estimaciones de los analistas en el tercer trimestre fiscal de 2025. Este desempeño positivo se debió a una demanda sorprendentemente resiliente por sus productos esenciales, particularmente en las categorías de belleza y cuidado del cabello, a pesar de los continuos aumentos de precios.
Aunque el volumen total de ventas de la compañía ha mostrado cierta sensibilidad a la inflación, los consumidores han continuado absorbiendo los precios más altos, incluso en productos que podrían considerarse discrecionales. Esta fortaleza en las ventas orgánicas y una mezcla favorable de productos han permitido a P&G una recuperación en sus márgenes brutos, que se vieron afectados en trimestres anteriores por el aumento de los costos de las materias primas.
Desde una perspectiva crítica, el éxito de P&G subraya una divergencia económica en el comportamiento del consumidor. Mientras que las categorías de cuidado personal mantienen su fortaleza, otras divisiones han experimentado debilidad en la demanda, lo que obliga a la empresa a un enfoque estratégico en la innovación y el valor agregado para justificar sus precios premium.
La compañía mantiene su previsión de crecimiento anual para el año fiscal 2025, a pesar de las presiones externas como el impacto de los aranceles y la volatilidad del tipo de cambio. Los resultados de P&G, que es considerada un barómetro del gasto del consumidor, demuestran la capacidad de las grandes marcas para mantener la rentabilidad a través del poder de fijación de precios, transfiriendo los costos al consumidor final en un entorno inflacionario.







