BNP Paribas, el principal banco de Francia, reportó un beneficio neto superior a los pronósticos en el tercer trimestre de 2025, demostrando la resiliencia de sus operaciones de trading y el impulso de la reciente adquisición de AXA Investment Management (AXA IM). Sin embargo, los resultados se vieron afectados por un aumento en las provisiones para insolvencias y un impacto de costos relacionado con la integración de AXA.
Las ganancias del grupo superaron ligeramente las estimaciones, en gran parte gracias al buen rendimiento de sus mesas de negociación de renta fija, que lograron compensar un aumento en las provisiones de crédito que ascendieron a €905 millones ($1.050 millones de dólares). Este incremento en el costo de riesgo incluye una provisión específica de €190 millones en la unidad de mercados globales para hacer frente a una «situación crediticia específica».
Críticamente, la solidez operativa de BNP Paribas ocurre en un momento de alta presión externa. El CEO Jean-Laurent Bonnafé enfrenta la especulación del mercado generada por una reciente sentencia judicial en EE. UU. que vincula al banco con abusos de derechos humanos en Sudán, lo que ha avivado la preocupación por futuros acuerdos costosos y litigios de gran escala. Además, la inestabilidad política en Francia, marcada por la reciente rebaja de calificación de la deuda, añade un riesgo latente al negocio doméstico del prestamista.
El banco reafirmó su objetivo de un beneficio neto superior a los €12.2 mil millones para 2025. El desafío para BNP Paribas será demostrar que su estrategia de crecimiento, apuntalada en la banca corporativa y la gestión de activos, puede superar los costos de litigios históricos y el deterioro de la calidad crediticia sin afectar su ambición de alcanzar un RoTE del 13% en 2028.







