Una coalición de aproximadamente dos docenas de estados gobernados por demócratas presentó una demanda contra la administración del expresidente Donald Trump, argumentando que su negativa a liberar fondos de emergencia pone en riesgo la asistencia alimentaria de millones de ciudadanos. Los estados exigen que el gobierno utilice recursos disponibles para garantizar la continuidad de este apoyo esencial, afectado por el cierre prolongado de las operaciones federales.
El conflicto presupuestario, que ya se extiende por 28 días, ha intensificado las tensiones políticas en el Congreso y ha provocado un impacto creciente en el sector público. El sindicato más grande de empleados federales ha presionado a los senadores demócratas para que impulsen la reapertura del gobierno y alivien la crisis que enfrentan los trabajadores y las familias de bajos ingresos.
Uno de los temas más preocupantes es la posible interrupción del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), del cual dependen cerca de 42 millones de estadounidenses. Si no se encuentran recursos antes del fin de semana, millones podrían perder la capacidad de adquirir alimentos básicos.
El Departamento de Agricultura (USDA) ha explicado que no utilizará los 5,000 millones de dólares del fondo de contingencia, pese a que se estiman necesarios 8,000 millones para mantener el programa activo. Según la agencia, esos fondos están reservados exclusivamente para emergencias naturales y eventos imprevisibles, no para situaciones provocadas por un cierre administrativo del gobierno.






