El gigante europeo de pagos Worldline ha anunciado una inyección de capital por 500 millones de euros, liderada por instituciones bancarias francesas, como parte de su nuevo «Plan 2030». Esta medida urgente busca abordar la crisis de confianza y el deterioro financiero que ha afectado a la empresa, cuyas acciones han caído drásticamente en los últimos años debido a la incertidumbre regulatoria y los problemas de gestión.
La ampliación de capital es crucial para Worldline, que se escindió del grupo tecnológico Atos y creció mediante adquisiciones clave, como la de Ingenico. Sin embargo, el historial de la compañía en la bolsa ha sido turbulento, con un desplome significativo de sus títulos tras ser señalada de supuestas irregularidades contables y la incapacidad de cumplir con las metas de crecimiento.
Desde una perspectiva crítica, la participación de los bancos franceses en el rescate financiero no solo inyecta liquidez, sino que actúa como un voto de confianza institucional en la infraestructura de pagos digital europea. Worldline es un proveedor esencial de soluciones de pago para minoristas, servicios financieros y e-commerce en Europa, y su estabilidad es clave para el funcionamiento del mercado transaccional.
El nuevo «Plan 2030» de la empresa se centrará en la disciplina de capital, la optimización de costes (con una proyección de margen EBITDA del 19%) y la consolidación de su negocio principal. La compañía busca demostrar que la integración de la tecnología de blockchain y el know-how en pagos online pueden revertir las pérdidas y justificar la elevada valoración en el sector tecnológico.
