La carrera por dominar el campo de la Inteligencia Artificial (IA) generativa se intensifica con la aparición de DeepSeek, una plataforma china lanzada en 2023, que ya se enfrenta al gigante estadounidense ChatGPT de OpenAI. Esta rivalidad refleja tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos y está provocando una fragmentación global en los estándares y regulaciones de la IA.
ChatGPT, desarrollado por OpenAI, ha sido un referente desde su lanzamiento en 2022. Utiliza la arquitectura GPT-4, que permite generar texto coherente y realizar tareas complejas como la creación de código y la redacción de ensayos. A diferencia de ChatGPT, DeepSeek se enfoca en la optimización y velocidad, lo que le otorga ventaja en aplicaciones empresariales y de alto rendimiento. Aunque su número exacto de parámetros no se ha revelado, se destaca por su eficiencia en la resolución rápida de problemas y su integración con sistemas locales, como los de China.
A nivel geopolítico, la competencia entre ambos modelos es significativa. Mientras que ChatGPT está sujeto a regulaciones y estándares occidentales, DeepSeek opera dentro del marco regulatorio chino. Esto no solo subraya la rivalidad tecnológica, sino que también podría acelerar la fragmentación del mercado global de IA, dificultando la colaboración internacional en aspectos éticos y regulatorios.