En los primeros tres meses de 2025, el mercado mexicano registró una nueva salida de inversión de cartera por 541 millones de dólares, según datos del Banco de México (Banxico). Esta cifra se suma a los 1,869 millones de dólares que inversionistas mexicanos transfirieron al extranjero en ese mismo periodo, consolidando así un año completo de retiros continuos tanto de capital extranjero como local.
Aunque la liquidación registrada en este trimestre fue la más moderada del último año, representa el cuarto periodo consecutivo con salidas de este tipo de inversión. De hecho, entre abril de 2024 y marzo de 2025 se retiraron en total 17,034 millones de dólares del país. El mayor éxodo se produjo entre abril y junio de 2024, cuando inversores foráneos deshicieron posiciones por 8,937 millones de dólares.
El comportamiento de esta clase de inversión, conocida como capital golondrino, se explica por su carácter especulativo y su alta sensibilidad a factores del mercado. Expertos del Banco Base señalaron que estos capitales buscan rendimiento sin compromiso operativo, lo que los hace proclives a reaccionar ante cambios en tasas de interés o riesgo percibido. A modo de comparación, en el primer trimestre de 2024, cuando México mantenía una tasa del 11.25%, ingresaron al país 8,642 millones de dólares.
Además de las decisiones de política monetaria, la incertidumbre política global y local también influye. Según Luis Pérez Lezama, director de Investigación Económica de Saver, el panorama nacional ha visto una baja en tasas de interés, reduciendo el atractivo para los inversores, justo en un contexto donde factores como la campaña presidencial en EE.UU. han elevado la aversión al riesgo.
Por su parte, los inversionistas mexicanos también mantienen su tendencia a mover capitales fuera del país, con cuatro trimestres consecutivos de desinversión. Esta dinámica contrasta marcadamente con lo sucedido en el primer trimestre de 2024, cuando hubo un retorno neto de 965 millones de dólares al mercado nacional.