España no ha logrado consolidar su posición entre las diez primeras economías del mundo en cuanto a paridad de género, según el último informe del Foro Económico Mundial (WEF). El país ha descendido dos puestos, ubicándose ahora en la duodécima posición, tras haber ocupado la décima el año anterior. Históricamente, en los 19 años de existencia del Informe Global sobre la Brecha de Género, España ha figurado entre las diez primeras solo en contadas ocasiones, lo que sugiere una falta de consistencia en comparación con otras naciones europeas.
El análisis del WEF, que evalúa 148 países en cuatro áreas socioeconómicas –economía, educación, salud y política–, revela que el progreso de España hacia la igualdad de género se ha estancado en el último año. La caída se atribuye específicamente al peor desempeño en el ámbito de la participación y oportunidades económicas, donde el país ocupa el puesto 49. Esta situación contrasta con el avance casi completo en educación y salud, donde España muestra una paridad casi total. Sin embargo, el empoderamiento político sigue siendo un lastre, a pesar de la paridad en el gabinete ministerial, ya que la presencia femenina en el parlamento y la falta de una presidenta del Gobierno aún son desafíos.
El comportamiento de España difiere notablemente del de otras potencias europeas que han mantenido su presencia en los primeros puestos del ranking casi desde el inicio del informe anual. De hecho, ocho de los diez primeros lugares en el ranking de 2025 están ocupados por economías europeas. Islandia se mantiene a la cabeza por decimosexto año consecutivo, con un impresionante 92.6% de igualdad, siendo la única economía que ha superado el 90% en la reducción de la brecha. Le siguen de cerca Finlandia, Noruega y Suecia, naciones que han sido consistentemente líderes en paridad de género desde 2006.
El listado de los diez primeros puestos también incluye a Reino Unido, que regresa al top 10 por primera vez desde 2006, así como a Nueva Zelanda, Moldavia, Namibia, Alemania e Irlanda. A nivel global, la brecha de género se ha reducido al 68.8% tras un impulso significativo post-pandemia. No obstante, el informe advierte que, a este ritmo, se necesitarán 123 años para alcanzar la plena paridad. En España, los desafíos persisten en la representación de mujeres en puestos de liderazgo y en la persistencia de menores salarios para las mujeres, un reflejo de una barrera global donde, aunque las mujeres representan el 41.2% de la fuerza laboral, solo ocupan el 28.8% de los puestos de liderazgo relevantes.