El reciente anuncio del gobierno federal sobre un supuesto acuerdo para reducir el precio de la tortilla no refleja la realidad del sector, según declaró Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla. En entrevista, López aclaró que las organizaciones que firmaron el convenio apenas representan una fracción mínima de la industria, lo que podría desencadenar descontento ciudadano y complicar la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum.
López detalló que participó en las reuniones convocadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), pero que la mayoría de los productores y representantes estatales del Consejo consideraron inviable sumarse al compromiso de bajar gradualmente el precio. Entre los principales obstáculos, mencionó el alza constante en insumos clave como gas, refacciones y materia prima, así como las obligaciones laborales que encarecen la operación de las tortillerías.
“Engañan a nuestra presidenta al presentar un acuerdo como nacional cuando en realidad no lo es”, enfatizó López, subrayando que solo dos asociaciones lo respaldaron, sin peso real en el mercado. Para el líder del Consejo, la presión de mantener precios bajos frente a insumos que dependen de variables internacionales es insostenible para la mayoría de los productores.
Además, advirtió que la falta de políticas efectivas para fortalecer el campo y la escasez de maíz blanco —agravada por sequías— ponen en riesgo la viabilidad de mantener bajos los costos de producción. Según López, la consecuencia será evidente cuando los ciudadanos comprueben que en muchas ciudades, como Tijuana o Mérida, el precio de la tortilla no disminuirá, generando críticas hacia la nueva administración.