Surinam vive un momento histórico. La selección conocida como los Natio lidera su grupo en las eliminatorias de la Concacaf rumbo al Mundial 2026 y está más cerca que nunca de debutar en una Copa del Mundo. Su éxito se debe, en gran parte, a una generación de jugadores nacidos en los Países Bajos, descendientes de surinameses que ahora representan con orgullo las raíces de sus familias.
El empate 1-1 ante Guatemala, gracias a un gol de último minuto de Virgil Misidjan, consolidó el liderato del equipo y desató una fiesta en el estadio Franklin Essed de Paramaribo. Aunque solo un futbolista del once titular —Gleofilo Vlijter— nació en Surinam, los aficionados han adoptado con entusiasmo a los neerlandeses-surinameses que visten la camiseta nacional.
“Al principio había dudas porque venimos de Europa, pero aquí me siento en casa”, declaró el portero Etienne Vaessen, uno de los héroes del equipo.
El resurgimiento de Surinam comenzó en 2021, cuando el gobierno permitió que jugadores con doble nacionalidad representaran al país sin renunciar a su ciudadanía neerlandesa. Ese cambio, impulsado por el exentrenador Dean Gorré, abrió las puertas a una nueva generación con experiencia en ligas europeas.
Bajo la dirección de Stanley Menzo, exguardameta del Ajax, la Natio ha recuperado protagonismo y esperanza. La historia del país, marcada por su independencia en 1975 y por tragedias como el accidente aéreo del “Colorful Eleven” en 1989, encuentra hoy un capítulo de orgullo y unidad a través del futbol.
Incluso figuras como Georginio Wijnaldum, cuyos padres son surinameses, se han sumado al apoyo. El exjugador del Liverpool asistió al último partido en Paramaribo y ha financiado la renovación de una escuela local, alentando a otros a invertir en el desarrollo del país.
“Queremos devolverle el orgullo a Surinam”, expresó Menzo. “Nuestros antecesores se quedaron a un paso del Mundial. Ahora nosotros queremos completar ese sueño”.
Con tres partidos por disputar y la posibilidad de hacer historia, Surinam enfrenta su mayor desafío: convertir la ilusión en clasificación y demostrar que el legado de su futbol puede brillar nuevamente en el escenario mundial.