La obsesión de Meta Platforms por el liderazgo en la Inteligencia Artificial (IA) tuvo un costo inmediato en el mercado bursátil. Las acciones de la compañía se desplomaron más del 10% tras presentar sus resultados del tercer trimestre de 2025, una caída que borró cerca de $208 mil millones de su valor de mercado en un solo día y relegó a su CEO, Mark Zuckerberg, fuera del top 5 de las personas más ricas del mundo.
El motivo principal del desplome no fue una caída en los ingresos (que superaron las previsiones), sino la decisión de Zuckerberg de aumentar agresivamente la proyección de gastos de capital (Capex) para 2025, elevando el rango a entre $70 mil millones y $72 mil millones de dólares. Los inversores reaccionaron con alarma ante la magnitud de la inversión, que se destinará a la construcción de centros de datos y la adquisición de hardware de IA.
Desde una perspectiva crítica, el mercado está expresando su preocupación por el impacto a corto plazo de esta «carrera armamentista» en el margen de beneficio. Los analistas cuestionan si la compañía puede justificar un gasto tan masivo, especialmente porque el segmento de Realidad Virtual, Reality Labs, sigue reportando pérdidas operativas significativas (cerca de $4 mil millones).
Zuckerberg defendió la estrategia, asegurando que el gasto es necesario para asegurar la ventaja de Meta en la era de la «superinteligencia». A pesar del nerviosismo de los inversores, el lado positivo fue que los ingresos por publicidad crecieron (26% en el trimestre), lo que sugiere que el negocio principal sigue siendo fuerte.



