La Cassa Depositi e Prestiti (CDP), el banco de desarrollo estatal de Italia, se ha manifestado en contra de la venta de una participación mayoritaria en la unidad de servicios bancarios de Nexi SpA, el mayor grupo de pagos del país. Esta oposición subraya la intervención estratégica de Roma en el sector financiero para proteger activos que considera esenciales para la soberanía económica y las infraestructuras nacionales.
El CDP, que es un accionista clave en Nexi (con una participación relevante en su predecesor, Sia), busca mantener el control italiano sobre el negocio de servicios bancarios y merchant acquiring. Esta unidad es fundamental para la digitalización de los pagos en Italia, un objetivo de política pública que el Estado financia activamente y que utiliza como palanca para impulsar el crecimiento y el empleo.
Desde una perspectiva crítica, la intervención del CDP se enmarca en la creciente tendencia del gobierno italiano a ejercer su influencia en industrias estratégicas. Nexi, que se ha expandido en Europa mediante adquisiciones (como la de la unidad de pagos de BPER Banca) y consolidación, es percibida como una infraestructura crítica que no debe caer bajo control extranjero o privado sin garantías claras.
La postura de la CDP podría complicar el plan de Nexi de monetizar partes de su negocio para reducir deuda u optimizar su balance. Aunque la compañía sigue siendo un líder en la consolidación del fragmentado mercado de pagos europeo, la necesidad de navegar entre los intereses de los accionistas privados y el veto estratégico del Estado introduce un riesgo regulatorio y de gobernanza significativo.



