Zootopia 2, la esperada secuela animada de Disney, se ha consolidado como un fenómeno de taquilla global al recaudar más de 550 millones de dólares en su primer fin de semana de estreno. Solo en Estados Unidos, el filme sumó 97 millones de dólares entre viernes y domingo, y 156 millones desde su estreno el miércoles. En China, alcanzó 94 millones de dólares en tres días, marcando el mejor debut de una cinta de Hollywood en ese país desde 2021.
Este resultado llega tras una temporada difícil para Hollywood, marcada por estrenos fallidos y una baja afluencia a los cines. Sin embargo, el éxito de Zootopia 2 junto con Wicked: Por siempre, su competidora en cartelera, sugiere un renovado interés del público por las producciones familiares y de fantasía con clasificación PG, un nicho que, pese al auge del streaming, sigue ofreciendo experiencias cinematográficas atractivas para padres e hijos.
La cinta, dirigida por Jared Bush y Byron Howard, introduce al nuevo personaje Gary De’Snake —con la voz del oscarizado Ke Huy Quan— y retoma la historia de Judy Hopps y Nick Wilde en una comedia con subtexto de justicia social. El filme ha sido respaldado por una intensa campaña de marketing, con estrenos en Shanghái y Pekín, lo que muestra la importancia estratégica del mercado chino para Disney.
Zootopia 2 no solo representa un respiro financiero para Disney Animation —tras los fracasos de Un mundo extraño y Wish—, sino también un intento deliberado de recuperar la relevancia cultural de su división animada. Jared Bush, ahora cabeza creativa del estudio, ha implementado nuevos procesos internos para fomentar la retroalimentación y elevar la calidad narrativa, en busca de éxitos duraderos.
Con proyectos como Moana 2, Hexed y Frozen III en el horizonte, Disney apuesta por una mezcla de secuelas y originales que reaviven su «volante de inercia»: un modelo en el que los personajes generan ingresos desde el cine hasta el merchandising y los parques temáticos. Por ahora, Zootopia 2 ha demostrado que el corazón animado de Disney aún puede latir con fuerza en la gran pantalla.



