En esta serie de análisis que hemos estado haciendo de los diferentes secretarios de estado del gobierno federal, toca el turno a la Secretaría del Bienestar.
Este despacho ha sufrido grandes variaciones a lo largo de la historia, en realidad cuando vió la luz por primer vez en el año de 1959, era la Secretaría de Obras Públicas, nombre con el cuál fue reconocida hasta el año de 1976, cuando fue rebautizada como Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, en 1982 se le conoció como la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, en 1992, su nuevo nombre fue el de Secretaría de Desarrollo Social y ahora en la llamada 4T, se le cambió por su actual denominación.
Al igual que cambios en su nombre, han sido varios los encargos de este despacho, el cual de acuerdo con la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal vigente, le compete, el fortalecimiento del bienestar, el desarrollo, la inclusión y la cohesión social en el país mediante la instrumentación, coordinación, supervisión y seguimiento de políticas públicas enfocadas al combate a la pobreza, atención a los sectores sociales más desprotegidos entre otras, es decir, tiene a su cargo el diseño e implementación de la política social del país.
En sus inicios en realidad no era esta su finalidad y las diferentes administraciones, tomaron la decisión de modificar no solo el nombre sino el alcance de esta secetaría con la finalidad de dar sentido a la situación del país en ese momento, buscando la implementación de políticas que apoyaran al desarrollo de los ciudadanos, sin duda una tarea nada sencilla y de gran relavancia, pero fue hasta 1992 bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari que se modificó no solo el nombre sino el enfoque de esta Secretaría, debido a que el contexto internacional de México era muy específico, si usted recuerda, en esos años nuestro país se encontraba inmerso en un proceso de apertura económica muy importante cuyo producto final fue el entonces llamado TLCAN (hoy T-MEC) y se requería dar una imagen de vanguardia importante.
Dado lo anterior, se creó un programa social llamado “Solidaridad”, usted posiblemente recuerde los comerciales con aquella frase célebre: “Ya tenemos carretera Don Beto…”, pues ahí es donde tenemos un parte aguas importante en la política social de este país, porque la medición y erradicación de la pobreza, paso a formar parte central de las acciones de los gobiernos subsecuentes, a Solidaridad le siguieron nombres como Progresa, Oportunidades o Prospera, en forma coloquial, dirían que era la misma gata pero revolcada.
Por supuesto que una encomienda tan importante, requiere poner al frente de este despacho a una persona con dotes muy específicos, a lo largo de la historia, independientemente del nombre de la Secretaría han pasado por ahí personajes muy conocidos como: Javier Barros Sierra, Manuel Camacho Solís, Luis Donaldo Colosio, Esteban Moctezuma Barragán, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero Arroyo, Rosario Robles Berlanga, José Antonio Meade Kuribreña, hasta la actual titular, María Luisa Albores González, salvo algunos como Javier Barros Sierra y por supuesto Luis Donaldo Colosio, los demás dejaron mucho que desear, o tuvieron un paso digamos efímero, en realidad al igual que como lo mencioné cuando hablamos de la Secretaría de Agricultura, este rubro es un estandarte para los que quieren llegar al despacho de Palacio Nacional pero tambièn su gran dolor de cabeza.
Así pues, a lo largo de la historia moderna el encargado de la Secretaría ha sido una persona que por la propia naturaleza de su trabajo, debió estar bajo la luz de los reflectores, dando a conocer todas las acciones que se desarrollan para acabar con ese gran problema que es la pobreza en el país, dando datos y en continuo contacto con la población, es decir, quiera o no, tenga un perfil bajo o no, el responsable de la política social de este país, tiene que saber comunicar y sobre todo tener presencia mediática, pero como todo en esta 4T, la actual titular no cumple con esto.
La maestra Albores, se ha afianzado completamente como la excepción a la regla, ella no tiene el don de comunicar o la presencia mediática, es una mujer preparada sin duda, gran conocedora de la cuestión social por su desempeño en labores comunitarias y su trabajo con comunidades indígenas, allá en Puebla y Chiapas, pero esos estados no son el país, no reflejan la complejidad real que tiene el tejido social mexicano, la maestra no aparece en actos públicos, ha tenido escazos 3 o 4 eventos relevantes en este tiempo, cosa que es nada si se compara con la cantidad de eventos de AMLO en los cuales el tema central es la política social.
Tenemos una Secretaria cuyo brillo está en su ausencia total, en su falta de presencia y una vez más no puedo culparla del todo a ella, ese color gris que le opaca tiene un origen específico y se encuentra en el despacho principal de Palacio Nacional, al igual que la economía y otros rubros, la política social se establece allá, porque si alguien sabe manejar a las masas es el Presidente, si alguién sabe como sacar ganancias político-electorales de este tema, es el Presidente y cuidado si la Secretaria dice algo que no vaya en línea con los datos presidenciales, porque entonces corre el riesgo de caer del beneplácito de la 4T.
Vivimos en un país en donde el 50% de la población vive en pobreza, donde el uso de la política social debería ser no solo importante sino prioritario, dentro del eslogan de campaña del actual titular del ejecutivo de decía: “Primero los pobres…”, pues señor Presidente, deje trabajar a la persona a la que le encargó esta noble e importante tarea, deje que muestre sus capacidades y deje de lado las posibles ganacias políticas o electorales, cumpla con lo que prometió y por su parte señora Secretaria, despierte por favor, salga ya de la obscuridad y enfoque sus esfuerzos en lo que realmente importa, que, ciertamente no es decir sí a todo lo pronunciado por su jefe, por favor, deje de estar a la sombra del Presidente y realmente deje huella, lo que se está haciendo para disminuir la desigualdad social y económica de México, no es una solución y usted lo sabe, usted conoce de primera mano como son las cosas en las comunidades indígenas, dar dádivas no es lo mismo que crear oportunidades, entregar dinero no es lo mismo que mejorar la calidad de vida de las personas, gastar recursos en ocurrencias, no es lo mismo que generar desarrollo.
Un comentario