Eugenio Gómez Alatorre

El viernes pasado, se cumplieron dos meses de la presentación de un plan de reactivación económica por parte de Tatiana Clouthier, titular de la Secretaría de Economía. En aquel momento me llamó la atención que no hubiera ningún detalle acerca de dicho plan disponible para su consulta. Hoy, a dos meses del anuncio, no he sido capaz de encontrar información adicional que, probablemente, nunca se tendrá. Al parecer, este plan no lo toma en serio ni siquiera la propia secretaría que lo presentó. Sería muy deseable para el país tener un documento que detallara un plan serio de acción frente a la difícil situación económica que enfrenta el país. Propongo algunos puntos que sería deseable tener en cuenta en este sentido.
Identificar los temas relevantes para el futuro y darles un contenido concreto, ambicioso pero alcanzable. En la presentación de Clouthier se habla de temas importantes para el futuro como innovación, digitalización, biotecnología, entre otros, pero no se habla de cómo conseguirlo. Es de llamar la atención que al hablar de lo que le llaman “plataformas de futuro” que es lo relacionado en este plan con la innovación, la titular de Economía sólo menciona que “pensamos que en la parte de los apoyos para las MiPyMEs será fundamental la capacitación y adaptación a las nuevas tecnologías”. Pareciera que para la Secretaría de Economía innovar se reduce al uso de nuevas tecnologías y no tiene que ver con el avance científico o tecnológico.
Llevar a cabo un trabajo previo que respalde al plan. Hay temas que requerirían de un trabajo importante de un grupo de especialistas para desarrollarlos con la seriedad que se requiere. Tomemos por ejemplo el desarrollo de una política industrial. Es muy difícil generar una política industrial exitosa, que evite crear más distorsiones y costos en la economía que los beneficios que pueda generar. En su caso, requeriría de un trabajo muy cuidadoso que pondere beneficios y costos y, sobre todo, que analice con detalle las capacidades y ventajas competitivas de un país. Hablar de apoyar a diferentes sectores sin este trabajo previo es irresponsable.
Plantear metas alcanzables que se ajusten a la realidad del país y de su arreglo institucional o que muestren cómo construir instituciones que permitan alcanzar dichas metas. Es irónico que el plan que se presentó busca lograr ciertos objetivos cuando el gobierno federal ha retirado los medios para lograrlos. Entre las metas del plan están promover la inversión nacional y extranjera y la promoción del comercio exterior de México, pero se desmanteló ProMéxico, que era la oficina del gobierno encargada de estos temas, sin crear nada viable para sustituir a esa institución. Además, la incertidumbre que ha traído consigo este sexenio afecta negativamente tanto a la inversión nacional como a la extranjera.
Por último, construir el plan en coordinación con otros sectores, principalmente el sector empresarial. Las empresas son las principales generadoras de valor y empleo en una economía. Los objetivos del plan de reactivación se tienen que lograr a través del sector empresarial por lo que se debería involucrar a empresarios y directores de empresa en la conformación de este tipo de proyectos.
México ha sufrido una profunda recesión que reclama una política económica que contribuya a la recuperación. Desgraciadamente el plan de reactivación presentado por la Secretaría de Economía es, hasta el momento, una lista de buenos deseos que será incapaz de impulsar una verdadera reactivación si no se fundamenta en acciones concretas que respondan a la realidad para impulsar a la economía mexicana hacia el futuro. Hay mucho trabajo por hacer.