Eduardo López Chávez

Si le echas dinero bueno al malo por equivocación perderás algo, pero se puede corregir, si lo haces de forma consciente y esperando un milagro, entonces además de estar loco, estarás condenado a perpetuar la miseria.
Macraf
¿Cuál es la forma más sencilla de pasar de la abundancia a la miseria?, muy sencillo, una mala administración de los recursos ¿qué se debe de hacer para salir de la miseria y regresar a un estado, sino de abundancia sí de estabilidad económica?, una buena administración de los recursos ¿qué es lo que ha sucedido en México en los últimos 40 años, con la famosa gallina de los huevos de oro mejor conocida como Pemex?, una mala administración que en los últimos 3 años, se ha hecho más evidente y que ha marcado el porvenir de la empresa productiva del Estado que de productiva, no tiene nada, permítame explicarme.
Una de las razones por las cuales se realizó la expropiación petrolera, fue por un tema de soberanía nacional, dado que, los recursos energéticos se encontraban en manos de extranjeros y se vio conveniente que el Estado fuera quien administrara los recursos, sin embargo, la empresa no cambió ni se modernizó con el tiempo, mientras que, la realidad del país si lo hizo. Pemex, siempre fue vista como la caja chica del gobierno federal de dónde podían salir recursos al por mayor, algo que llevó al presidente López Portillo a hablar de una administración de la abundancia, que nunca llegó, lo que sí llegó fue, finanzas públicas con una gran dependencia de los ingresos petroleros, situación que logró revertirse de manera importante hacia finales de los años noventa.
Durante el Gobierno de Vicente Fox, se intentó dar a la entonces paraestatal viabilidad financiera a través de la explotación un nuevo yacimiento petrolero en aguas profundas, algo, que tampoco sucedió y fue hasta 2013 con la reforma energética que se le permitió a Pemex, compartir el riesgo de explotación, exploración y transformación con capital privado, para darle un respiro a sus finanzas y a las finanzas públicas.
Dicha reforma, quedó detenida en el momento en el que llegó al poder la llamada 4T, cuando el hijo predilecto de Macuspana argumentó que se le estaba dando el control del petróleo a los particulares dañando de esa forma al erario público y a todos los mexicanos. Tuvo entonces, la ocurrencia de cambiar la estrategia por un proceso de inyección de recursos directos a la empresa aun cuando está, empezó a reportar pérdidas importantes que la han llevado a ser catalogada como: la empresa petrolera más endeudada a nivel internacional y a los bonos que emite se les ha dado la calificación de bonos basura.
Todo lo anterior, viene al caso por la reciente publicación del reporte del cuarto trimestre del año 2021 de Pemex, en el cual se da a conocer que la empresa perdió 224,363 millones de pesos, acumulando 9 años en números rojos. Dicha pérdida es producto del alto costo de ventas en combustibles, pérdidas cambiarias, obligaciones financieras que ha acumulado a lo largo del tiempo y por el pago de impuestos. Respecto a su estructura financiera, reportó un incremento del 57% en sus ingresos resultado del aumento de los precios internacionales del petróleo, un pasivo por 4,206 billones de pesos, del cual 1,384 billones de pesos corresponden a pasivo laboral y valor de sus activos por 2,105 billones de pesos, lo que significa que debe prácticamente el doble de lo que tiene, en buen cristiano, por más dinero que se le inyecte, se encuentra en una situación insostenible en el largo plazo que deja al descubierto una cruda realidad: Pemex esta quebrada y la única forma de hacerla rentable es desmantelarla y venderla por cachos, de lo contrario, la elevada dependencia por el dinero presupuestal, causará un serio desajuste en las finanzas públicas que se convertirá en una severa migraña para los ciudadanos, porque le recuerdo mi estimado lector que seremos nosotros, los que terminaremos pagando ese descalabro.
Lo dije, lo digo y lo diré siempre: si se decide mantener el rumbo por el cual se intenta llevar al sector energético de este país, estamos destinados a perder competitividad e inversión, lo que se traduce en una menor calidad de vida de los ciudadanos en general.