Nada puede progresar y mejorar si no hay seguridad y competencia
Macraf
Eduardo López Chávez
En esta ocasión, quiero abordar un tema que ya en otras ocasiones he tocado en este espacio y me refiero a la competitividad. Recientemente, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), público su índice de competitividad estatal para el año 2022 y es de llamar la atención que de acuerdo con los resultados, solamente 5 de los 32 estados del país, tienen un alto grado de competitividad mientras que el resto, están repartidos entre media y baja lo cual por supuesto afecta de manera directa el posicionamiento del país a nivel internacional y puede explicar en parte, los resultados económicos de los últimos meses.
De acuerdo con el IMCO, la competitividad es la capacidad de las entidades para generar atraer y retener talento e inversión, a nivel país, me parece básico agregar a dicha definición, la existencia de un Estado de Derecho que permita brindar certeza tanto jurídica, como económica, situación que actualmente en nuestro país prácticamente no existe y que se ve claramente reflejado en los resultados de este índice.
Respecto de los indicadores que se miden al interior del índice, nos encontramos con 10 subíndices: Tecnología, Turismo, Conectividad, Economía, Mercado laboral, Gestión gubernamental, Democracia, Inclusión salud y educación, Uso de recursos naturales y Seguridad, de los cuales, se obtienen 72 indicadores entre los que destacan solo por mencionar algunos: Homicidios, Percepción de seguridad, Intensidad energética de la economía, Percepción de corrupción estatal, Competencia electoral, Grado de escolaridad, Esperanza de vida, Ingresos propios, PIB per capita, Costo promedio de la deuda, Acceso a internet, Inversión extranjera directa, entre otros.
Sobre los resultados para el año 2022, que más me llaman la atención tenemos:
- Las 5 entidades más competitivas de nuestro país son: Ciudad de México en primer lugar, seguida de Nuevo León, Coahuila Querétaro y Jalisco
- Las 5 entidades menos competitivas son: Zacatecas, Michoacán, Chiapas, Oaxaca y Guerrero,
En el caso de las más competitivas, destaca que el estado de Querétaro paso del tercer nivel al cuarto, Coahuila aumentó su posición del cuarto al tercero mientras que la Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco, no tuvieron cambios, esto es, desde el 2021 se perciben con un alto nivel de competitividad.
En el caso de las entidades de menor resultado, Zacatecas y Michoacán descendieron 3 niveles mientras que Oaxaca, desciende un nivel, lo que significa que tenemos entidades que pasaron de una competitividad media baja a baja, algo que debería prender las alertas sobre todo si consideramos que son estados que, han recibido una gran cantidad de apoyos federales, aunque también son los que más han padecido el problema de inseguridad.
Otros resultados importantes son:
- 31 por ciento de las personas de 25 años o más de las 5 entidades más competitivas del país, poseen estudios universitarios o técnicos, en contraste con el 18 por ciento de las 5 entidades de menor competitividad.
- Respecto de los trabajadores en informalidad, en las 5 entidades mejor evaluadas, en promedio el 43% de su población se encuentra en esta situación, mientras que, en las 5 peor evaluadas, es el 73 por ciento de la población.
- Sobre el acceso a cuidados de la salud, el porcentaje de la población que tiene acceso en las 5 entidades más competitivas es del 51 por ciento, mientras que en las 5 menos competitivas, tan solo es el 22 por ciento
- En lo relacionado con los niveles de inseguridad, el promedio de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en las 5 entidades más competitivas del país, es de 13.1, mientras que en las 5 menos competitivas, es del 34.7, destacando que los estados de Zacatecas y Michoacán rebasan por mucho este promedio con 67.9 y 46.5 respectivamente, por cierto el promedio de homicidios dolosos al mes a nivel nacional es de poco más de 3,000.
En buen cristiano, los resultados no son nada alentadores, nos encontramos en un uno de los peores momentos de la economía nacional, donde lo más importante es, primero, cambiar el rumbo de la política económica, segundo, establecer de manera clara y contundente un Estado de Derecho que permita la captación de inversión y tercero, pero a mi parecer lo más importante, se requiere una verdadera estrategia en materia de seguridad, aquello de “Abrazos, no balazos”, no es una estrategia, es una ocurrencia del hijo predilecto de Macuspana que nos está costando mucho, tanto en dinero, como en vidas humanas.
