Finanzas públicas mexicanas (2/3) | Coyuntura económica y algo más

Continuando con el análisis de la situación de las finanzas públicas y la deuda pública, empiezo ahora con algunos datos relevantes dados a conocer sobre la cuestión externa.

Para empezar, se dio a conocer que durante el primer bimestre del año las remesas crecieron 1.4 por ciento con respecto al trimestre anterior, lo que implica un total de 10.4 mil millones de dólares, cifra considerada un máximo histórico para ese periodo y, por el lado de la inversión extranjera directa, se alcanzó un total de 35.3 mil millones de dólares al cierre del 2022, monto soportado de acuerdo con Hacienda, por el creciente interés de los inversionistas por aprovechar las condiciones competitivas de México y la estabilidad macroeconómica de nuestro país.

Sobre lo anterior vuelvo a mencionar que, enaltecer las remesas y no querer entender lo que sucede dentro de la cuenta de inversión extranjera directa de nuestro país, es una muestra clara de ignorancia; en el primer caso, que por cierto ha sido engrandecida por el hijo predilecto de Macuspana, no es de ninguna forma, un logro de gobierno, muy por el contrario, es una vergüenza debido a que implica la salida de personas del país por la falta de oportunidades y, por si fuera poco, refleja mejora económica del país de origen del dinero y rezago en el de destino; sobre el segundo, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y la de Economía, mucho de lo que se cataloga como inversión extranjera directa, es producto de la reinversión de capitales extranjeros que ya estaban en nuestro país, muy poco corresponde a la captación de nuevas inversiones, es decir, esos máximos históricos son producto de la dinámica interna del país sobre las ganancias de capitales extranjeros y no, por una política económica enfocada a posicionar a nuestro país como un destino de inversión.

Ahora bien, en lo relacionado con el desempeño de las finanzas públicas, el informe da a conocer que la recaudación del IEPS de gasolinas y diésel tuvo un incremento debido a la reducción de las presiones sobre los precios de los combustibles, lo que permitió alcanzar una recaudación acumulada de 29.8 mil millones de pesos entre enero y marzo del 2023, por concepto de otros productos y servicios se obtuvieron 61 mil millones de pesos en el mismo periodo, tengamos cuidado en este punto porque mucho se ha dicho al respecto, desde que empezó la administración del morador de palacio, se ha repetido constantemente que existe un subsidio al precio de las gasolinas, con la finalidad de mitigar la presión inflacionaria y apoyar a la economía familiar, sin embargo, esto es incorrecto, no hay un subsidio, es un desistimiento de cobro de impuesto por parte del gobierno federal, en específico, del IEPS, pero, cuando la secretaría reporta un incremento en la recaudación de ese impuesto por una baja en el precio de los combustibles, significa que usted y yo, estamos pagando un mayor impuesto al gobierno por tener un precio bajo en los combustibles, el subsidio implica cubrir un precio de mercado al productor o al consumidor, lo que nosotros tenemos es un mal truco fiscal disfrazado de beneficio social, esto es, cada vez que la gasolina o el diésel bajan, se reajusta el nivel del IEPS, lo que le permite al gobierno, recaudar más, en buen castellano, el buen desempeño del que se habla, es por un menor precio de los combustibles y un mayor margen de recaudación del impuesto.

Sobre la recaudación de ISR, se habla de un nivel superior a los 52 mil millones de pesos producto de un alto nivel de empleo y el crecimiento de los salarios reales, en términos muy sencillos significa que, dado el incremento de salario que por decreto se dio al inicio del año, se ha logrado recaudar más, secuencia lógica que siempre estará presente en las decisiones de incremento salarial y que de nueva cuenta abonan a mejorar el desempeño de las finanzas públicas, pero de ninguna manera, son resultado de una buena política fiscal.

Continuará…