Desde octubre 7, con el ataque de Hamas a Israel medios de comunicación y redes sociales se han inundado con apoyo tanto a los palestinos como a los judios. Gente que nunca antes había escuchado sobre los problemas que acogen a ambos, hoy toman una fuerte postura por uno o por el otro; haciendo que un tema polarizante lo sea aún más. He de decir que lo único sorprendente sobre el ataque de Hamas es cuanto tiempo tardo en suceder, desde 2007 que comenzó el sitio permanente de Gaza por Israel y Hamas tomo el control de la zona; no era una cuestión de si era posible un ataque, la pregunta era más bien de cuando ocurriría ese ataque.
A pesar de que ambos tienen un reclamo histórico y religioso sobre la tierra, la región siempre se han visto envuelta en distintos conflictos, los últimos 75 años no han sido la diferencia. Hoy contamos cuantos niños, mujeres, y hombres han muerto en el ultimo mes; pero esa cifra solo se suma al eterno número de muertes que ha causado “la tierra prometida”. Comenzando con los egipcios y romanos, luego las cruzadas y las conquistas imperialistas de medio oriente; el conflicto árabe-israelí que vemos solo es uno más causado por la lucha de fronteras y poder de distintos grupos o gobiernos.
Puede que hoy Israel logre ocupar definitivamente el territorio por completo y expulsar a los palestinos de esa tierra, pero este conflicto no es el único de este tipo en la actualidad por el control de un territorio. Ucrania y Russia, Taiwan y China, Armenia y Azerbaijan, India y Pakistan solo son algunos que hoy pelean de una u otra forma por el control de distintas regiones y recursos. Sin embargo, no es un fenómeno propio de nuestra época; la necesidad de pelear y controlar un territorio la hemos vimos siempre a lo largo de la historia. Siempre las relaciones y tensiones en el ámbito internacional se han manejado sobre el poder y control, todo a costa de los derechos de uno u otro.
¿En qué momento aceptamos que se debe llegar a la exterminación total de “el otro”, a su deshumanización, solo por poder y control? ¿Quién realmente tiene el poder de decidir que la muerte de toda una población es necesaria para poder alcanzar la “paz”? ¿Cuándo vamos a exigir como sociedad que se cumpla un estado de derecho y respeten tanto leyes humanitarias como derechos humanos? ¿Dónde en el camino dejamos nuestra propia humanidad de lado para poder justificar ataques constantes a una población? ¿Porqué como sociedad estamos más preocupados por pelear entre quien tiene la verdad absoluta?¿Cómo llegamos al punto de decir que la muerte de un niño es un daño colateral aceptable por un bien mayor? La realidad es que no puedo dejar de sentir tristeza por la falta de humanidad y empatía que hoy demostramos como sociedad, y rabia por como se ha permitido que se cometan las atrocidades como lo que vemos hoy en Palestina e Israel.
Después de la Segunda Guerra Mundial, dijimos nunca más y se firmaron las Convenciones de Ginebra junto con varias declaraciones de derechos humanos, para que eventos como el Holocausto nunca volvieran a pasar. Pero aunque digamos nunca más, la historia nos ha demostrado que no es la primera ni la ultima vez que algo como lo que vemos hoy en Israel y Palestina ocurre. Esta guerra lo único que ha causado es demostrar las debilidades de un sistema internacional ya fragmentado, desplazar a millones más en una nueva ola de refugiados, mostrar como Estados Unidos ha comenzado a perder gran parte de su poder, y exhibir el peor lado que tenemos como seres humanos. Todo por pelear por una tierra que realmente nunca le ha pertenecido a nadie.