25 de junio de 2024 7:32 pm
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OPINIÓN

Reacciones esperadas | Coyuntura económica y algo más

...México en los próximos años dependerá en gran medida de la capacidad del nuevo gobierno para manejar los desafíos económicos y políticos que enfrenta. La estabilidad macroeconómica, la reducción del endeudamiento y la promoción de la inversión serán cruciales...

Quien crea que continuar por el mismo camino te llevará a un lugar distinto, es un loco y un iluso…

Macraf

La semana pasada, compartí con usted mi estimado lector, el gran reto que enfrenta México debido a la combinación de factores económicos y políticos. Pues bien, el domingo pasado, la mayoría de los mexicanos decidió dar continuidad al proyecto del actual gobierno, o al menos eso indican los resultados publicados en la página de la autoridad electoral. La reacción de los mercados financieros no se hizo esperar. Al abrir el lunes, vimos cómo el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores cayó un 6.1%, la peor caída en un solo día desde el 9 de marzo de 2020, cuando la pandemia estaba en su apogeo. Además, el precio del dólar subió un 4.4%, marcando el mayor incremento en un solo día.

Ante este escenario, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, anunció que permanecerá en su cargo de manera indefinida bajo el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, que comenzará en octubre. El actual florero de Hacienda y futuro ornato del sheinbaunato, reafirmó el compromiso del gobierno con la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal. Dijo que se buscará reducir el endeudamiento y colaborar con Pemex para optimizar el uso de los recursos públicos, exactamente como hoy lo hacen ¿o no? Pemex es actualmente una de las petroleras más endeudadas del mundo, y el gobierno ha intentado apoyar a la empresa mediante transferencias y reducciones en su carga fiscal, lo cual ha sido un completo fracaso y sin embargo, se marcaron cinco puntos clave para la gestión hacendaria en el siguiente sexenio: reducir el déficit del 5.9% del PIB al 3%, actualizar la comunicación con inversionistas y agencias calificadoras para asegurar la prioridad de la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal, respetar la autonomía del Banco de México, mantener el apego al Estado de Derecho y promover la inversión privada tanto nacional como extranjera. Por cierto, salvo el primer punto, los otros cuatro, son funciones básicas del titular de Hacienda, es decir, desde ahora prometen que harán lo que ya está establecido que tienen que hacer.

La permanencia de Ramírez de la O, funcionario cercano al hijo predilecto de Macuspana, era previsible, especialmente porque la ungida desde palacio, lo pidió durante su campaña y por el déficit que ellos mismo impulsaron del 5.95% del PIB previsto para este año.

En 2017, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) delineó seis puntos clave para la presidencia 2018-2024: combatir la corrupción y reconstruir la seguridad pública, garantizar la continuidad de las reformas educativa y energética, lograr una sociedad más sana y equitativa, mantener finanzas públicas responsables, impulsar el crecimiento económico y la prosperidad individual, utilizar tecnología para un gobierno eficiente y comportarse como un actor global. Lamentablemente, ninguno de estos puntos fue impulsado o cumplido durante el gobierno del tabasqueño, y ahora son parte del legado que la corcholata mayor heredará.

Es vital darle el beneficio de la duda al nuevo gobierno. Si a su administración le va bien, nos irá bien a todos. Sin embargo, es importante recordar que las personas no cambian de la noche a la mañana, y Sheinbaum ha demostrado una tendencia a seguir el pensamiento del hijo predilecto de Macuspana. Millones de mexicanos decidieron que la continuidad es la mejor opción. Espero estar equivocado, pero si esta continuidad se basa en la crueldad de la actual administración y su incapacidad para manejar la economía del país, es decir, reaccionar tal como hoy sucede, sin cambiar ningún punto de la estrategia, el futuro próximo podría traer decepción y ruina. El panorama para México en los próximos años dependerá en gran medida de la capacidad del nuevo gobierno para manejar los desafíos económicos y políticos que enfrenta. La estabilidad macroeconómica, la reducción del endeudamiento y la promoción de la inversión serán cruciales para lograr un desarrollo sostenible y equitativo. La colaboración entre el gobierno, los mercados y la sociedad civil será vital para superar los retos y aprovechar las oportunidades que se presenten.

Es esencial que la nueva administración demuestre una capacidad real para gestionar los desafíos a los que se enfrenta el país. Si la corcholata mayor y su equipo logran implementar políticas efectivas y sensatas, todos saldremos beneficiados, por el contrario, todos perdemos si la continuidad radica en un enfoque que ha demostrado ser ineficaz y dañino en muchos aspectos.

La esperanza de un futuro mejor reside en la voluntad de hacer cambios significativos y de aprender de los errores del pasado. Es crucial que no se repitan los mismos patrones de comportamiento que han llevado al país a su situación actual. En resumen, tenemos que exigir resultados concretos para asegurar que el bienestar de todos los mexicanos sea la prioridad del nuevo gobierno y no solo los caprichos ideológicos del entuerto llamado 4T.

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