22 de noviembre de 2024 5:18 am
OPINIÓN

Dos elecciones

La relación con sus Estados aledaños, respectivamente, y con las potencias no se prevé que sufran cambios significativos. Todo parece indicar que, tanto en la CDMX como en Nueva Delhi, la agenda del gobierno pasado podrá continuar desarrollándose...

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Por Niels Rosas Valdez


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En estos días hemos conocido el resultado de dos votaciones de la más alta importancia en el globo: las de India y las de México. Ambas fueron elecciones seguidas por sus respectivos nacionales, pero también por muchos analistas, periodistas y políticos de otras partes del mundo. Hubo mucha expectativa acumulada al paso de los meses por los dos comicios. ¿Cómo impactarán sus resultados en la política internacional?

Este año 2024 está plagado de elecciones en todo el planeta. Algunas están por celebrarse, como es el caso de Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos de América, mientras que otras ya han concluido, como es el caso de Taiwán, Rusia, Indonesia y, recientemente, México e India. Esta docena de meses nos mantiene pegados a las noticias y movimientos en la política de estos y muchos otros países más a cuyas poblaciones les toca votar para elegir a su gobierno.

En México se ha hecho historia. Por primera vez se ha elegido a una mujer para liderar el gobierno federal. Sin duda, es una noticia que se anticipaba de mucho tiempo atrás, pero que al final se concreta con las votaciones del pasado domingo. Claudia Sheinbaum se convertirá no sólo en la primera fémina en ser presidenta de nuestra nación, sino que también será la primera jefa de gobierno de algún país de América del Norte, adelantándose a otras democracias que se conciben más consolidadas, como la canadiense y la estadounidense.

La victoria de Sheinbaum muestra un muy importante avance en la política y sociedad mexicanas en materia de género. No sólo es la imagen de una mujer liderando a un país, sino que demuestra y exhibe que las féminas pueden tomar cargos de la más alta relevancia en la política, desmantelando la arcaica, machista y obsoleta idea de los roles y estereotipos de género. La llegada de la nueva presidenta ayuda a cambiar de percepciones en la sociedad y avanzar en la equidad de género, una lucha necesaria e ineludible en cada rincón de México.

Por otro lado, la continuación del partido oficialista gobernando el país resulta interesante, puesto que, si bien es el mismo grupo político, el liderazgo de Sheinbaum deberá relucir para actuar de manera libre y bajo sus propios principios. Para esto, tendrá que “desmarcarse” del actual mandatario y desempeñarse como lo crea más conveniente para su gobierno. En esto, la reconciliación nacional en la política y en los individuos es impostergable para que pueda conducir una administración federal con mayor respaldo, legitimidad y tranquilidad de la que ha gozado hasta ahora con Morena.

En el caso de India, sin bien los resultados finales se obtuvieron ayer, las elecciones comenzaron hace semanas. Fue un proceso de siete fases para cubrir el territorio extenso del país más poblado del globo. Aquí también el resultado era previsible, es decir, el apoyo electoral de Narendra Modi era evidente y sólido, por lo que un tercer periodo como primer ministro se podía anticipar con facilidad.

Sin embargo, algo que sale de la predicción es la pérdida de la mayoría calificada en el parlamento indio. Con ello, el gobierno nacionalista y de tendencia a la derecha del actual mandatario pierde terreno político en la democracia más grande del mundo. Eso no significa que Modi va a ser obstaculizado en su gobierno, pero, con la pérdida de escaños para su coalición, ahora la negociación con otros grupos políticos se verá más seguido en Nueva Delhi. Así, su administración tendrá que conciliar intereses más de lo que habría esperado.

Por otro lado, la disminución de legisladores para la coalición pro-Modi puede verse como un síntoma del desgaste del gobierno del actual primer ministro, quien ha gobernado India desde hace 10 años. Quizá esta votación marque una tendencia para los siguientes años, permitiendo cambiar de partidos en la cúpula del poder, sobre todo si un liderazgo de oposición se logra construir en este nuevo periodo de legislatura.

Histórico lo que sucede en México e India. En ambos países continuo el oficialismo, por lo que no parece que se generen cambios diametrales en sus agendas políticas, ni mucho menos. La relación con sus Estados aledaños, respectivamente, y con las potencias no se prevé que sufran cambios significativos. Todo parece indicar que, tanto en la CDMX como en Nueva Delhi, la agenda del gobierno pasado podrá continuar desarrollándose con miras a cumplir la visión de nación con la que cuentan Sheinbaum y Modi.

Artículo originalmente publicado en www.lalupa.mx

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