Después de 47 años de misterio, las autoridades del Condado de Berks, en EE.UU., han logrado identificar al «hombre de Pinnacle», un cadáver encontrado congelado en una cueva en 1977. El cuerpo ha sido identificado como Nicholas Paul Grubb, un residente de Fort Washington, Pensilvania, que en el momento de su muerte tenía 27 años. Según las investigaciones, Grubb falleció debido a una sobredosis de drogas.
El cadáver de Grubb fue hallado cerca de Pinnacle, una popular zona de senderismo situada a unos 122 km al noroeste de Filadelfia. En el momento del descubrimiento, las autoridades tomaron huellas dactilares y registros dentales, pero estos no arrojaron ninguna coincidencia. La identificación final se dio gracias a la persistencia de un detective de Pensilvania, que logró rastrear las huellas de Grubb y enviarlas a la base de datos nacional NamUs. Con el apoyo del FBI, la identidad de Grubb fue confirmada en menos de una hora.
Grubb, conocido cariñosamente como «Nicky» por su familia, había servido en la Guardia Nacional de Pensilvania y recibió una baja honorable en 1971. Aunque se intentaron varios métodos de identificación a lo largo de los años, incluyendo una exhumación en 2019 para obtener ADN, todos los esfuerzos previos habían sido infructuosos.
La familia de Grubb ha expresado su gratitud a las autoridades por su esfuerzo para cerrar este capítulo y finalmente poder honrar su memoria después de casi cinco décadas de incertidumbre.
Este caso subraya el avance en la tecnología de identificación forense y el compromiso de las autoridades para resolver casos de cuerpos no reclamados, incluso muchos años después de su descubrimiento.
