Arturo Damm Arnal
Economista y filósofo, profesor universitario y autor de múltiples libros, con una destacada carrera como comentarista en medios.
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Las condiciones generales de la economía pueden analizarse en función del crecimiento y la inflación, crecimiento que se mide con el Producto Interno Bruto; inflación que se mide con el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
La economía mexicana suma ya 54 años, de 1971 a 2024, con malos resultados, tanto en crecimiento como en inflación, lo cual ha limitado las posibilidades de los mexicanos para lograr un mayor bienestar, que es el fin de la economía, y que depende de la cantidad, la calidad y la variedad de los bienes y servicios de los que se dispone para satisfacer necesidades, la mayoría de los cuales hay que comprar, para lo cual hay que pagar un precio, para lo cual hay que generar ingreso, para lo cual hay que trabajar, trabajo que debe ser suficiente (para todo aquel que quiera trabajar), y bien pagado (que genere ingreso suficiente para satisfacer correctamente, por lo menos, las necesidades básicas que, de quedar insatisfechas, atentan contra la salud, la vida y la dignidad de las personas).
Sumamos ya 54 años con malos resultados económicos, sobre todo comparados con la etapa anterior, la del Desarrollo Estabilizador, entre 1959 y 1970. Mostraré, en promedios anuales, el crecimiento y la inflación para cada uno de los sexenios transcurridos entre 1959 y 2024. Adolfo López Mateos, 1959-1964: crecimiento 6.37%, inflación 2.20%. Gustavo Díaz Ordaz, 1965-1970: crecimiento 6.23%, inflación 2.78%. Luis Echeverría Álvarez, 1971-1976: crecimiento 5.95%, inflación 15.18%. José López Portillo, 1977-1982: crecimiento 6.48%, inflación 35.70%. Miguel de la Madrid Hurtado, 1983-1988: crecimiento 0.03%, inflación 86.71%. Carlos Salinas de Gortari, 1989-1994: crecimiento 3.90%, inflación 15.90%. Ernesto Zedillo Ponce de León, 1995-2000: crecimiento 3.67%, inflación, 22.48%. Vicente Fox Quesada, 2001-2006: crecimiento 1.95%, inflación 4.44%. Felipe Calderón Hinojosa 2007-2012: crecimiento 1.86%, inflación 4.28%. Enrique Peña Nieto, 2013-2018: crecimiento 2.41%, inflación 4.19%. Andrés Manuel López Obrador, 2019-2024: crecimiento 1.05%, inflación 5.01%.
En 1971 perdimos la combinación crecimiento relativamente elevado, por arriba del 6% (6.30% promedio entre 1959 y 1970), con inflación relativamente baja, por debajo del 3% (2.49% promedio entre 1959 y 1970), combinación que no hemos recuperado, ya sea porque le inflación ha sido elevada, de 1971 al 2000 (35.21% promedio anual), ya sea porque el crecimiento ha sido bajo, de 1983 a 2024 (1.98% promedio anual).
Mención aparte merece el sexenio de De la Madrid, que tuvo, en promedios anuales, crecimiento del 0.03% e inflación del 86.71%. Fue el sexenio de la estanflación: muy bajo crecimiento combinado con muy elevada inflación, la peor combinación posible, sobre todo en términos del bienestar de las personas.
El primer requisito para el buen funcionamiento de la economía es que el crecimiento sea mayor que la inflación, algo que, de 1971 a 2024, sólo se logró en cuatro años (el 7.41%). 1972: crecimiento 8.2%, inflación 5.56%. 2006: 4.8%, 4.05%. 2010: 5.0%, 4.40%. 2012: 3.6%, 3.57%.
Lo correcto es que el crecimiento sea el mayor posible y, de los males el menor, que la inflación sea la menor posible (lo ideal sería deflación). ¿Por qué?
Continuará.