Cada 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha impulsada por la ONU y la UNESCO con el objetivo de promover la inclusión de las mujeres en áreas científicas y tecnológicas. A pesar de los avances, la inequidad de género sigue siendo un desafío en todo el mundo. Según la UNESCO, solo el 33% de los investigadores globales son mujeres, una cifra que subraya la importancia de seguir trabajando en políticas de equidad en este sector.
En México, la brecha se refleja también en el número de mujeres en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), donde apenas el 35% de los estudiantes son mujeres. Además, el desafío no solo se trata de aumentar la participación femenina en estas disciplinas, sino también de garantizar su presencia en los puestos de toma de decisiones, donde las mujeres siguen siendo una minoría. También persisten diferencias salariales, con los científicos ganando un 16.28% más que sus colegas mujeres.
Un ejemplo inspirador de superación en este campo es Úrsula Pamela García, una destacada científica mexicana en ciencias atmosféricas. García, quien fue la primera mujer mexicana en participar en una misión de caza huracanes en 2014, ha roto barreras en un ámbito predominantemente masculino. Su hazaña, al abordar el avión especializado «Miss Peggy» para internarse en el huracán Simón, se convirtió en un hito histórico para las mujeres en la ciencia en México.
A través de su trabajo en el Servicio Meteorológico Nacional y su rol actual como editora en Meteored, Pamela García no solo ha contribuido al avance del conocimiento meteorológico, sino que también ha sido una fuente de motivación para otras mujeres interesadas en las ciencias. En su mensaje a las niñas, García destaca la importancia de seguir los sueños y de ver a la ciencia como un camino para cambiar el mundo y mejorar nuestra comprensión del planeta.
