El gobierno canadiense ha recurrido a la OMC para iniciar un proceso de resolución de disputas con Estados Unidos, en respuesta a los aranceles del 25% que la administración Trump impuso a los automóviles y partes de automóviles provenientes de Canadá. Esta acción busca una solución al conflicto comercial que ha surgido tras la implementación de los nuevos aranceles estadounidenses, que afectan a la industria automotriz y generan tensiones entre los dos países.
Canadá sostiene que los aranceles estadounidenses contravienen el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994. La solicitud de consultas ante la OMC representa el primer paso en el proceso de resolución de disputas, con el objetivo de que ambas partes encuentren una solución mutuamente aceptable.
La disputa se centra en la imposición de aranceles a los automóviles y partes de automóviles canadienses que no cumplen con las normas establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La industria automotriz de ambos países se ve particularmente afectada por esta medida, lo que ha generado preocupación en los sectores económicos.