Cada 22 de abril, el mundo se une para conmemorar el Día de la Tierra, una fecha que tiene sus raíces en la cultura hippie y el despertar de la conciencia ambiental en los Estados Unidos durante la década de 1960. La publicación del libro «Primavera Silenciosa» de Rachel Carson fue un catalizador clave, alertando sobre los efectos de la industria química en el medio ambiente.
En este contexto, el senador estadounidense Gaylord Nelson propuso la creación del Día de la Tierra tras ser testigo de un grave derrame de petróleo en California. La iniciativa cobró fuerza y el 22 de abril de 1970, 20 millones de estadounidenses se manifestaron exigiendo un medio ambiente saludable y sostenible. Desde entonces, esta fecha quedó instaurada como el Día de la Tierra.
Posteriormente, en 2009, la Asamblea General de la ONU designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, con el objetivo de fomentar la conciencia global sobre la importancia del medio ambiente. Cada año, la ONU elige un tema específico para la reflexión en esta fecha.
En el marco de esta conmemoración, diversas organizaciones, incluyendo el sector agropecuario y entidades académicas como el Instituto de Geociencias de la UNAM, realizan actividades y emiten mensajes para reafirmar el compromiso con la producción sostenible y la protección del planeta, invitando a la reflexión sobre la relación entre la humanidad y el medio ambiente.