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OPINIÓN

El Arte de Engañar: Desde los juegos callejeros hasta el Ciberengaño

Uno de los métodos más conocidos es el "phishing telefónico", donde el estafador se hace pasar por un empleado bancario y solicita información confidencial bajo el pretexto de una "suspensión de cuenta"...

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Estimado lector, en las calles, especialmente en mercados y plazas concurridas, existe una larga tradición de juegos aparentemente sencillos que ocultan un engaño bien calculado. Uno de los más conocidos es «¿Dónde quedó la bolita?», en donde el estafador utiliza tres recipientes y una pequeña bola, moviéndolos rápidamente para que el espectador adivine bajo cuál está. Aunque parece un juego de habilidad, en realidad es una manipulación psicológica: el estafador usa movimientos rápidos, distracciones e incluso cómplices para asegurarse de que el participante nunca acierte.

Otro clásico es el juego de sumas con canicas o dados, donde el estafador reta a los transeúntes a adivinar el resultado de una operación matemática simple a cambio de un premio. Sin embargo, el truco está en la manipulación de las reglas: los dados pueden estar cargados, las canicas escondidas o el estafador cambia las condiciones al último momento. Estos juegos, aunque parecen inocentes, son una forma primitiva de ingeniería social, donde la confianza y la percepción se manipulan para sacar provecho. Por cierto, tenga mucho cuidado porque últimamente lo he visto en los estacionamientos de las plazas comerciales.

Con el avance de la tecnología, los engaños evolucionaron. Los fraudes telefónicos se convirtieron en una herramienta poderosa para estafar a personas desprevenidas. Desde el clásico «¡Ganaste un premio!» hasta llamadas falsas de supuestos bancos o servicios técnicos, los estafadores utilizan técnicas de persuasión para generar urgencia y miedo.

Uno de los métodos más conocidos es el «phishing telefónico», donde el estafador se hace pasar por un empleado bancario y solicita información confidencial bajo el pretexto de una «suspensión de cuenta» o una «oferta exclusiva». La víctima, preocupada, entrega sus datos sin sospechar que está cayendo en una trampa. Estos esquemas demuestran cómo el engaño se adapta a los medios disponibles, explotando la credulidad y el desconocimiento de las personas.

Y ahora, desde hace un par de semanas se han dado casos de llamadas de otros países, Inglaterra por ejemplo, donde los invitan a que se unan a un grupo de Whatsapp donde pueden ganar dinero por realizar “misiones” y de inicio con solo el hecho de unirte al grupo te piden tus datos bancarios para depositarle $60.00 para que entre en confianza y se anime a continuar. Si usted sigue, para poder continuar a “misiones” con mayor valor hay que pagar para entrar a realizarlas y ahí comienza la estafa.

En el mundo digital, el engaño alcanza niveles más sofisticados. La ingeniería social es el arte de manipular a las personas para que revelen información confidencial o realicen acciones que beneficien al atacante. Tácticas como el pretexting (crear un escenario falso para ganar confianza) o el baiting (ofrecer algo atractivo para infectar un sistema) son comunes en ciberataques.

Uno de los métodos más peligrosos es el spamware, software malicioso disfrazado de programas legítimos o correos electrónicos inofensivos. Un ejemplo es el «ransomware», que secuestra los datos de la víctima y exige un rescate. Otro caso son los correos de «phishing», que imitan mensajes de empresas reales para robar contraseñas. Estos ataques no dependen solo de la tecnología, sino de la capacidad del estafador para convencer a la víctima de que baje la guardia.

Desde los juegos callejeros hasta los ciberataques, el engaño ha evolucionado, pero su esencia sigue siendo la misma: explotar la confianza y la psicología humana. Mientras algunos lo ven como un arte de manipulación, para otros es una amenaza constante. La mejor defensa es la información: conocer estas tácticas ayuda a evitar caer en ellas. Al final estimado lector, como dice el refrán: «No hay peor engaño que el que se hace con una sonrisa».

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