Durante el primero de los foros organizados por el Senado para discutir los cambios propuestos a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, representantes de la industria y especialistas manifestaron serias preocupaciones sobre los riesgos que implicaría la creación de una nueva agencia centralizada: la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).
La excomisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Adriana Labardini, advirtió que las reformas no contemplan mecanismos efectivos para impedir que concesiones sean otorgadas a personas o entidades vinculadas al crimen organizado. Señaló que esta debilidad legal ha existido por años y podría agravarse con las nuevas disposiciones, generando riesgos como el lavado de dinero a través de concesiones.
El actual director del IFT, Javier Juárez Mojica, defendió el trabajo del instituto al destacar que en los últimos 11 años se ha reducido significativamente el dominio del agente preponderante en banda ancha fija, del 73 al 39 por ciento. También recordó que se han logrado avances importantes en beneficio de los usuarios, por lo que consideró preocupante que se pretenda desmantelar o disminuir la autonomía del organismo.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), en voz de su presidente José Antonio García Herrera, alertó sobre las facultades “prácticamente ilimitadas” que tendría la nueva agencia. Consideran que sin un sistema de supervisión independiente, podrían tomarse decisiones discrecionales que afecten gravemente a la industria.
Desde la sociedad civil, Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi), calificó la propuesta como un retroceso normativo que amenaza la pluralidad del ecosistema digital. Criticó que se concentren demasiadas funciones en una sola figura, sin contrapesos, y abogó por la creación de un consejo ciudadano especializado que garantice la diversidad de voces en el sector.
Frente a estas críticas, el senador Javier Corral anticipó que habrá modificaciones al dictamen aprobado en comisiones. “Viene una reservotota”, comentó, sugiriendo que la iniciativa aún podría experimentar ajustes sustanciales antes de su votación final.