Durante una rueda de prensa realizada este martes, el canciller alemán Friedrich Merz manifestó una postura reservada frente al uso de instrumentos financieros respaldados por deuda conjunta dentro de la Unión Europea. El mensaje fue transmitido en el marco de una visita oficial a Grecia, donde sostuvo un encuentro con su homólogo griego.
Merz dejó en claro que Alemania se mantiene cautelosa sobre la idea de ampliar los mecanismos financieros de la UE que impliquen asumir deuda común entre los países miembros. Esta posición, aunque no nueva, reafirma la visión tradicional de Berlín en defensa de la disciplina fiscal y la responsabilidad individual de cada Estado miembro en sus finanzas públicas.
El canciller señaló que, si bien reconoce la necesidad de solidaridad europea en tiempos de crisis, considera que el uso de deuda compartida debe manejarse con extremo cuidado para evitar comprometer la estabilidad económica a largo plazo de la región. Su declaración llega en un momento en el que algunos países del bloque abogan por ampliar estos instrumentos para enfrentar desafíos como la transición energética o la defensa común.
Esta postura conservadora de Alemania genera debate dentro del bloque europeo, especialmente entre los Estados del sur del continente, que han promovido una mayor integración financiera como respuesta a los desafíos globales actuales. La declaración de Merz sugiere que cualquier avance en este terreno enfrentará una revisión rigurosa desde Berlín.