Recientes datos económicos han comenzado a encender alarmas en México. Si bien la economía aún no ha cruzado oficialmente la línea que marca una recesión, diversos indicadores sugieren una pérdida de fuerza en el motor económico. Desde una menor inversión y consumo hasta una caída en la actividad industrial, las señales apuntan a un posible enfriamiento económico en el país.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el indicador coincidente, que refleja el estado general del ciclo económico, ya se encuentra por debajo de su tendencia de largo plazo. Esto no implica automáticamente una recesión técnica (definida como dos trimestres consecutivos de contracción), pero sí una desaceleración. El «semáforo de componentes cíclicos» del Inegi muestra que la actividad económica, la actividad industrial, los asegurados en el IMSS y las importaciones están en rojo, indicando una fase de deterioro. De hecho, casi todos los componentes de este indicador están decreciendo y se ubican por debajo de su umbral, con la única excepción del índice de ingresos por suministro de bienes y servicios al por menor.
El indicador mensual de consumo privado, uno de los principales motores del crecimiento económico, ha mostrado una clara debilidad, cayendo en nueve de los últimos 12 meses y registrando una disminución anual del 1.3% en marzo. En paralelo, la inversión fija bruta experimentó una caída anual del 4.7%, lo que compromete la capacidad de crecimiento futuro del país al reducir la formación de capital. Además, la actividad industrial también disminuyó un 1.3% en marzo a tasa anual, y el último reporte de empleos formales del IMSS para abril reveló la pérdida de más de 42,000 puestos de trabajo, añadiendo presión al mercado laboral.
Aunque México logró esquivar por poco una recesión técnica al registrar un débil crecimiento del 0.2% en el primer trimestre de 2025, tras una caída del 0.6% en el cuarto trimestre de 2024, las alertas persisten. El Comité de Fechado de Ciclos Económicos de México, respaldado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), comunicó recientemente que aún no existen elementos suficientes para declarar el fin de la fase expansiva iniciada en junio de 2020. El grupo de expertos enfatizó que su determinación se basa en datos definitivos, no en pronósticos, manteniendo la cautela.