El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una proclamación que prohíbe la entrada al país a ciudadanos de 12 naciones, restableciendo así una de las medidas más controvertidas de su primer mandato. La prohibición afecta directamente a Afganistán, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Myanmar, Somalia, Sudán y Yemen. Adicionalmente, la medida impone restricciones parciales a la entrada de personas procedentes de otros siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Esta prohibición, que entra en vigor a medianoche del lunes, busca, según Trump, proteger la seguridad nacional.
La decisión de Trump se produce después de que, a principios de semana, responsabilizara a las políticas de inmigración del expresidente Joe Biden por el atentado de Boulder, a pesar de que el sospechoso era de Egipto (no incluido en la lista) y había entrado con una visa de turista. En su orden, Trump afirmó: “Durante mi primer mandato, restringí la entrada de ciudadanos extranjeros en Estados Unidos, lo que impidió con éxito que las amenazas a la seguridad nacional llegaran a nuestras fronteras y tuvo el respaldo del Tribunal Supremo”.
La proclamación subraya que «Estados Unidos debe garantizar que los extranjeros admitidos y los que ya se encuentran en Estados Unidos no tengan actitudes hostiles hacia sus ciudadanos, su cultura, su Gobierno, sus instituciones o sus principios fundacionales, y que no defiendan, ayuden o apoyen a terroristas extranjeros designados u otras amenazas para nuestra seguridad nacional”. Esta nueva lista es el resultado de una orden ejecutiva emitida por Trump el 20 de enero, que exigía a los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional, así como al Director de Inteligencia Nacional, elaborar un informe sobre «actitudes hostiles» hacia Estados Unidos y evaluar si la entrada desde ciertos países representaba un riesgo para la seguridad nacional.
Durante su primer mandato, Trump ya había emitido una orden ejecutiva en enero de 2017 que prohibía los viajes a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen. Aquella medida generó un periodo de caos y confusión, con viajeros detenidos en aeropuertos y vuelos impedidos, afectando a estudiantes, profesores, empresarios y turistas. Esta orden, conocida popularmente como la «prohibición musulmana» o «prohibición de viajes», fue modificada en medio de desafíos legales hasta que una versión fue finalmente ratificada por la Corte Suprema en 2018.
