Europa se encuentra ante una preocupante escalada en el consumo de drogas, especialmente de sustancias sintéticas que están ganando terreno rápidamente en el mercado ilícito. La Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA) ha alertado sobre la proliferación de productos sintéticos derivados del cannabis, opioides y catinonas (similares a las anfetaminas), que presentan un alto riesgo para la salud pública. En 2023, se registraron aproximadamente 7,500 decesos relacionados con el uso de drogas en Europa, un incremento respecto a los 7,100 de 2022, siendo la mayoría de estas muertes atribuidas al consumo de opioides combinado con otras sustancias.
El Informe Europeo sobre Drogas 2025, que analiza datos de los 27 países de la UE, Turquía y Noruega, subraya la complejidad de la situación. Desde 2009, 88 nuevos opioides sintéticos han aparecido en el mercado europeo, caracterizados por su alta potencia y el significativo riesgo de intoxicación y muerte que conllevan. Además, la preocupación se extiende a la creciente producción de otras drogas sintéticas dentro de Europa, como anfetaminas, MDMA y catinonas, reflejando un mercado de estupefacientes en constante evolución.
A pesar del auge de las drogas sintéticas, el cannabis sigue siendo la droga ilícita más popular en Europa, con unos 24 millones de consumidores en 2024. Sin embargo, el informe advierte sobre el aumento del contenido de THC en la resina de cannabis y la posible adulteración de productos con cannabinoides sintéticos potentes. Por su parte, la cocaína se mantiene como el estimulante ilícito más consumido, con 4.6 millones de europeos, y los datos recientes muestran un incremento en las incautaciones y en el número de personas que buscan tratamiento por su consumo, lo que refleja una alta disponibilidad de esta sustancia en el continente.
Ante esta situación, la EUDA enfatiza la necesidad de una mayor cooperación y de sistemas de vigilancia y alerta más robustos. El director ejecutivo de la EUDA, Alexis Goosdeel, ha instado a los Estados miembros a actuar para fortalecer las capacidades de sus fuerzas de seguridad y de los sistemas de atención a los consumidores. La detección de nuevas sustancias psicoactivas y el fenómeno del policonsumo complican la prestación de servicios eficaces de prevención y tratamiento, haciendo indispensable un enfoque integral y una preparación activa para enfrentar los desafíos que las cambiantes tendencias del mercado de drogas plantean a la salud y la seguridad de los ciudadanos europeos.
