La Corte Suprema de Brasil retomó este miércoles un proceso clave para determinar la regulación de las redes sociales y la responsabilidad de las plataformas en la difusión de noticias falsas y discursos de odio, un debate pionero en América Latina. Tras varios meses de pausa, el máximo tribunal revisa casos relacionados con las reglas que deben cumplir las plataformas y su obligación respecto al contenido generado por los usuarios.
Este análisis ocurre simultáneamente con un juicio al expresidente Jair Bolsonaro y varios de sus colaboradores, acusados de un intento de golpe de Estado en 2022, en el que se señala que las redes sociales se usaron para difundir desinformación sobre el sistema electoral. Uno de los temas centrales es decidir si las plataformas deben supervisar y eliminar contenidos ilegales por iniciativa propia, sin necesidad de órdenes judiciales, como establece la normativa vigente.
Hasta ahora, tres de los once magistrados han votado a favor de aumentar la responsabilidad de las empresas tecnológicas. El presidente de la Corte, Luis Roberto Barroso, destacó que la regulación busca establecer criterios claros y no se trata de censura, sino de responsabilidad civil. La decisión que se tome servirá como precedente para todo el país, con casos emblemáticos como una apelación de Facebook tras ser obligada a indemnizar a una usuaria afectada por un perfil falso.
El proceso genera críticas de sectores bolsonaristas, que temen restricciones a la libertad digital, mientras el presidente Lula ha urgido a acelerar la reglamentación para proteger la democracia y evitar que se use la libertad de expresión para justificar actos como el intento de golpe de Estado. Brasil se ha colocado en el centro del debate global tras el bloqueo temporal de la red X en 2024 por órdenes judiciales que buscaban frenar la desinformación, un episodio que involucró al dueño de la plataforma, Elon Musk.