México tiene muchas formas de celebrar la vida a través de la muerte, pero pocas tan entrañables como el Día de Muertos. Y este año, esa tradición viajó hasta Portugal.
El embajador de México en Portugal y el alcalde de una pequeña localidad llamada Gavião decidieron unir esfuerzos para compartir con los portugueses una muestra de nuestra cultura. Montaron una exposición de fotografías y objetos alusivos al Día de Muertos, donde las flores, las calaveras y los altares se mezclaron con la curiosidad europea por entender ese vínculo tan mexicano entre el recuerdo y la celebración.
Como si eso no bastara, la experiencia se completó con un gesto delicioso: en un horno comunitario, la chef de la embajada mexicana encabezó una horneada de pan de muerto, elaborado a la usanza tradicional. Los vecinos portugueses, intrigados y entusiasmados, respondieron preparando también su propio pan típico. El resultado fue un intercambio tan simbólico como sabroso: dos culturas unidas por el aroma del pan recién hecho y el respeto por la memoria de sus muertos.
Un recordatorio de que las tradiciones, cuando se comparten, no se diluyen, sino que se fortalecen.
Si quieres ver cómo se vivió esta experiencia en Portugal, mira el video completo en nuestro canal de YouTube.








